Soy paciente – Actúan: Lucía Abineme, María Eugenia Alvarez, Cynthia Attie, Giovana Calero, Eduardo Campili, Santiago De Belva, Andrea Enzetti, Charly Otero, Eduardo Poli, Cristian Sabaz – Vestuario: Florencia Bendersky – Escenografía: José Escobar – Iluminación: Julio López – Sonido: Pablo Duchovny – Autoría: Ana María Shua – Dirección: Florencia Bendersky
Soy paciente se afirma como una comedia negra aunque también plantea lo absurdo de la condición humana y vemos en ella mucho del universo kafkiano. Un personaje atrapado en una institución hospitalaria nos muestra todo el aparato burocrático que lo rodea. Ha sido internado para hacerse unos estudios, pero termina en un callejón sin salida, donde se lo somete a tratamientos que no necesita. Su prima nos revela su costado más despreciable, mientras los médicos, uno más inepto que el otro, no dan en la tecla. Los colegas de su trabajo parecen amigables, pero pronto sus máscaras irán cayendo.
La obra muestra un mundo donde las relaciones humanas están sometidas a la competencia constante, donde es casi imposible conservar los puestos de trabajo si uno se enferma, donde al que está caído no sólo nadie lo levanta sino que ayudan a que caiga en lo más profundo del pozo.
La sensación de estar perdido en un universo siniestro que no tiene salida genera ahogo e impotencia, al mismo tiempo que también surge la risa porque, después de todo, estamos ante una comedia. Y eso es lo más interesante de esta pieza, que sobre un maravilloso texto de Ana María Shua construye una ficción que refleja mucho de nuestro mundo actual y nos hace reír para no llorar. Este hospital podría ser cualquier hospital de la ciudad, solo que es invadido por palomas y piojos, y se muestran situaciones inverosímiles, aunque seguramente todos hemos visto hechos más insólitos alguna vez en la vida. La burocracia y la negligencia médica son los grandes males que los pacientes deben enfrentar. Es muy probable que haya más de uno en la audiencia que se sienta identificado con los padecimientos del protagonista.
La destacable actuación de Eduardo Poli en el rol del eterno paciente logra convencernos de lo nefastas que pueden resultar las instituciones médicas. Cynthia Attie, como la prima Pochi, consigue construir un personaje realmente irritante, como también lo hace Cristian Sabaz interpretando al Dr Goldfarb. La monja interpretada por Santiago de Belva nos trae grandes dosis de humor. Florencia Bendersky demuestra su capacidad como directora, al ponerse al frente de este valioso elenco y componer una obra redonda sobre esta interesante adaptación de Andrea Szyferman.
En medio de situaciones climáticas adversas, el equipo logró vencer el temporal y mostró gran aplomo. El teatro se vuelve una vez más refugio y lugar para pensar sobre nuestros límites como humanos y sobre lo irreversible de la propia existencia. Milly Vázquez
Se dió hasta marzo 2018
Teatro El Tinglado
Mario Bravo 948 – Cap.
(011) 4863-1188
teatroeltinglado.com.ar
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