SOLAS, sensibilidad y dramatismo a flor de piel

Con dirección de Alicia Zanca, brillan Leonor Manso y Juan Manuel Tenuta

SolasActúan: César Bordon, Miguel Dedovich, Julieta Díaz, Cristina Fridman, Leonor Manso, Néstor Sánchez, Juan Manuel Tenuta – Vestuario: Mónica Mendoza – Escenografía: Gabriel Carrascal – Iluminación: Gonzalo Córdova – Música: Antonio Meliveo – Autoría:Benito Zambrano – Adaptación: Enrique Pinti – Dirección: Alicia Zanca

Falta de cariño y afecto en las relaciones familiares, soledad proveniente de esa ausencia, violencia doméstica, recriminaciones tardías y temas no solucionados en la trama de una vida son los elementos que conviven en Solas, tamizados con toques de humor que ayudan a sobrellevar la carga emotiva que tocará en algún meandro a más de un espectador. También ayudarán la solidaridad, la generosidad y el amor, como contrapartida de esta vida inestable.

Leonor Manso personifica a una madre dolida, castigada por su marido –en todo sentido- y desobedecida por su hija. Y como todo se hereda, la hija –Julieta Díaz– tendrá también un novio que la maltrata –un muy buen trabajo de Néstor Sánchez-. Entre tanta soledad, aparece otro solo, aunque por distintas razones: Juan Manuel Tenuta conforma un padre putativo –posteriormente abuelo- que adoptará a esa hija descarriada e inconformista, aceptando un amor transitivo por su madre a quien no podrá volver a ver, aunque la esperanza sea lo último que pierda.

Enrique Pinti ha hecho una ajustada adaptación argentina de esta obra basada en un film español, pues hay expresiones que trasladadas a nuestro acervo tienen otro peso. En boca de Juan Manuel Tenuta, la expresión “¡Qué rompepelotas!” no puede sino generar una carcajada pues está dicha en el contexto justo y el momento preciso para quebrar el drama de soledad que cuenta la historia. También habrá otros quiebres, algunos para emocionar, otros para reflexionar, en esta pieza estupendamente dirigida por Alicia Zanca.

Con una escenografía muy completa y respetando la estética que corresponde, Gabriel Carrascal ha sabido darle movimiento a una puesta en escena complicada, generando la posibilidad de rápidos cambios de cuadros,  junto a la precisa iluminación de Gonzalo Córdova.

Es muy destacable la escena en la que Manso desnuda a Tenuta, así como el momento de la despedida entre ambos, donde se adivina que nada será como uno querría. Las notables actuaciones de estos dos grandes profesionales de las tablas otorgan vida y emoción a esta historia de encuentros y desencuentros que, no por cotidiana, deja de ser interesante; del mismo modo que no deja de ser interesante mirarse a un espejo. Se potencian uno a otro, en un juego de cariños escondidos, pudores naturales y necesidades encontradas que originan los más cálidos momentos. Martin Wullich

Solas se dio hasta Junio 2008
Teatro Metropolitan
Av. Corrientes 1343 – Cap.
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Benito Zambrano en Wikipedia

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