La pasión según Teresa von Hauptbanhof – Actúan: Anabella Bacigalupo, Julián Cabrera, Ernesto Claudio, Paloma Contreras, Carlos Defeo, Leonor Manso – Música: Christian Basso – Iluminación: David Seldes – Vestuario: Belén Parra – Escenografía: Paola Delgado – Dramaturgia: Cristian Palacios – Dirección: Nayla Pose.
Esta obra requeriría dos reseñas paralelas y complementarias. La primera de ellas haría referencia exclusivamente a lo teatral: hablaría de los recursos estilísticos y narrativos, de lo paródico y de las referencias metateatrales. De cómo pueden relacionarse la tradición teatral clásica, y dos damas que parecen -parlamentos incluidos- extraídas de una pieza del siglo XVIII, con elementos propios de una película de ciencia ficción de Clase B como el Cerdo Azul del Planeta Wbomwo, con una bomba termonuclear de catorce gigatones implantada en su cabeza.
La segunda reseña, de tono más metafísico, pretendería rondar en torno de la delgada línea que separa o une el mundo de las ficciones respecto de eso otro que conocemos como realidad. Plantearía quizás la hipótesis de que toda ficción no es sino la proyección de un deseo, un medio para realizar cierta catarsis, y que no hay nada más real que esa latencia que nos llama a sumergirnos una y otra vez en el terreno de la fantasía.
Aunque también podríamos hablar de un teatro postmoderno, categoría ciertamente amplia y difusa, pero que serviría al menos para explicar que existe una corriente estética en donde todo vale, en la que todo puede mezclarse sin contradicciones. En la dimensión de lo postmoderno pueden convivir sin conflictos la estética declamativa shakespereana con un marco decimonónico y un kitsch salvaje, gestos sobreactuados con parlamentos de muy delicada factura, o un teatro que roza el absurdo con un planteamiento intelectual ciertamente muy interesante.
La obra nos lleva a la apócrifa historia de la Baronesa von Hauptbanhof y su hija, Teresa von Hauptbanhof, enamorada de Nicolás, pero prometida al temible Conde Ferenczy. Dos personajes provenientes de otra dimensión van a aparecer en este contexto. El primero de ellos, Richard Salchicha (a.k.a. Deus ex Machina), un navegante de los cuadrantes lectotemporales, pretende intervenir en los mundos ficcionales, para evitar el padecimiento de sus personajes, mientras que su antítesis y némesis, Jurgis Baltrusaitis, intentará impedir que logre su cometido. La cuestión la terminará zanjando el mencionado Cerdo Azul del Planeta Wbomwo, quien rematará la escena con un monólogo en tono de comedia. Sin embargo, podría dejarnos pensando en cuestiones tan trascendentes como el interrogante de hasta qué punto somos o no dueños de nuestros propios destinos.
La pasión según Teresa von Hauptbanhof es un trabajo tan extraño como recomendable. Y nos da pie una vez más para aplaudir el empeño con el que el Teatro Nacional Cervantes decidió dar continuidad a la actividad teatral, tanto a nivel autoral como interpretativo, en medio del contexto de la actual pandemia, con esta serie de obras que han sido seleccionadas a través del concurso Nuestro Teatro.
Un detalle final: las dos damas de la familia Hauptbahnhof (esta palabra alemana remite a una estación central de ferrocarril) que protagonizan el eje central de esta historia, la Baronesa y su hija Teresa, son interpretadas respectivamente por Leonor Manso y Paloma Contreras, madre e hija en la vida real. Cuando los dos personajes se quitan en escena sus pelucas y después de hacerlo se hablan otra vez, ya no es Teresa, sino Paloma, quien dice la palabra «mami». El interrogante de qué hacer, para que la historia siga teniendo un sentido, es sin embargo válido tanto para los personajes como para las actrices, ya confundidas en un mismo nivel de realidad. Y también para los propios espectadores, por supuesto. Germán A. Serain
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