El último lugar en el mundo donde un coro podría tener voluntad para ensayar es dentro de un campo de concentración. Murry Sidlin, director de orquesta estadounidense, arengó al coro que iría a cantar el Réquiem de Verdi en estos términos: “Este es, para mí, un momento muy sagrado. Después de muchas horas de trabajar como esclavos, estas personas se obligaban a venir a este lugar frío, húmedo y poco aireado para ensayar el Réquiem de Verdi. Una de las cosas más importantes que podemos hacer es volver a cantar esta música para estos muros, que la escucharon y la absorbieron años atrás, y que no han vuelto a escucharla desde entonces. Todo esto es para decirles a los sobrevivientes y a quienes perecieron que los escuchamos y que les rendimos homenaje”.
Sidlin les hablaba a coreutas y solistas abarrotados en una de las barracas del campo de concentración de Terezin, en la actual República Checa. Hasta allí fue transportado en noviembre de 1941, junto con cientos de otros judíos, Rafael Schächter, compositor y pianista checo que se atrevió a decirles a los nazis con música y canto lo que ni él ni los demás cautivos podían decir en palabras, y en un idioma que seguramente los nazis no entenderían. El mensaje era que no escaparían de la justicia divina.
Con la cantidad permitida de posesiones personales, que los futuros prisioneros podían llevarse cuando eran sacados de sus casas, Schächter llevó consigo la partitura del Réquiem de Verdi. Y una vez en su nuevo destino, reclutó un coro de prisioneros mal alimentados, con frío, extenuados por las duras labores, para enseñarles a cantar el Réquiem de memoria y sin partitura. Aunque los sobrevivientes lo recuerdan como una persona afable y querible, Schächter era impiadosamente exigente cuando, desde un piano que consiguió dentro de Terezin, instruía a sus dirigidos.
“Rafi”, como lo llamaban, aprendió piano con el pianista checo Vilém Kurz, estudió composición y dirección en el Conservatorio de Praga y formó su propio ensamble. Cuando la persecución hacia los judíos se intensificó, Schächter se vio obligado a adoptar un perfil más bajo y comenzó a dar clases particulares de piano.
Schächter debió ingeniárselas para reconstituir el coro amateur de Terezin cada vez que perdía coreutas porque muchos de ellos eran transportados “hacia el este” (es decir, Auschwitz-Birkenau). Pero logró que el Réquiem se cantara unas dieciséis veces. La última función fue en junio de 1944, cuando el coro cantó ante oficiales de alto rango de las SS, con Adolf Eichmann como parte de ese grupo. Junto a esa temible audiencia también estaban unos delegados de la Cruz Roja Internacional, que habían ido a ver en qué condiciones vivían los prisioneros. No queda claro, sin embargo, si fueron engañados en su buena fe o si fueron cómplices, pues los nazis montaron una farsa: obligaron a los prisioneros a embellecer el lugar, pusieron juegos infantiles que fueron desmantelados una vez que los de la Cruz Roja se fueron, convencidos de que ese lugar era una maravilla.
Rafael Schächter no fue el único músico que pasó por campos de concentración nazis. Otros casos de músicos prisioneros en Terezin son Pavel Haas, alumno de Leoš Janáček, que siguió componiendo en cautiverio; Hans Neumeyer, compositor y maestro de composición, ciego desde los catorce años; Viktor Ullmann, alumno de Arnold Schönberg y que al momento de ser arrestado había completado una cantidad notable de obras, incluyendo tres sonatas para piano; Gideon Klein, también alumno de Vilém Kurz; Edith Kraus, que había sido alumna de Artur Schnabel; entre otros. Haas, Ullmann, y Klein perecieron en Auschwitz. Es posible que Schächter también, aunque hay quienes afirman que pasó por otros tres campos de concentración o que murió durante una marcha forzada, un mes antes de la liberación de Praga. En palabras del maestro Sidlin, “en el mismo día, en un solo instante, en una cámara de gas en Auschwitz, pereció la futura generación de compositores checos”. Viviana Aubele
Réquiem desafiante (en inglés, subtitulado en portugués)
Defiant Requiem Foundation
Rafael Schächter en Music and the Holocaust
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