PILOBOLUS, dueños del asombro

Sensaciones intensas entre la danza contemporánea y la acrobacia

Nathaniel Buchsbaum, Krystal Butler, Zachary Eisenstat, Heather Favretto, Nile Russell y Jacob Michael Warren. Nombres que seguramente no significarán nada al lector de esta crítica, pero que sin embargo pertenecen a los dueños de cuerpos asombrosos, cuya simbiosis da lugar a uno de los espectáculos de danza más originales. Se trata de la compañía Pilobolus, que desde hace más de cuarenta años ha forjado un camino singular entre la danza contemporánea y la acrobacia y, sin abordar una narrativa concreta, provocan en el espectador sensaciones y sugestiones intensas.

Lo primero que se percibe al observar a estos increíbles bailarines es su impresionante entrenamiento físico. No hay el menor atisbo de duda en sus inverosímiles contorsiones, en los equilibrios, en los contrapesos. Cada uno confía ciegamente en sus compañeros; se lanzan con soltura, y quedan suspendidos entre los brazos o piernas del otro con total facilidad. Si bien esto tiende a objetivizar sus cuerpos, cada imagen está dotada de una conmovedora trascendencia artística a partir de la cual cada uno puede armar su propia historia.

El programa de esta presentación –On the nature of things (Música de Vivaldi, DiBucci y Bilous), All is not lost (Música de OK Go), Gnomen (Música de Paul Sullivan) y Day two (Música de B. Eno, D. Byrne y Talking Heads)- recorrió en sentido inverso el repertorio de Pilobolus desde 2014 hasta 1980, separando las obras con videos cortos ejemplificativos de distintos proyectos de la compañía.

On the nature of things muestra a una pareja que repta, juega con equilibrios y realiza escultóricas figuras sobre una pequeña plataforma, siempre con la intervención de un ser misterioso. Previa lucha entre los dos hombres, la pareja desciende al llano y encuentra la inmovilidad, mientras que el otro ser se erige triunfante.

All is not lost es todo un clásico de la compañía. Sobre una tarima transparente con una cámara debajo que proyecta las imágenes hacia el público en una pantalla, los bailarines destilan humor en asombrosas figuras llenas de excelentes juegos ópticos. Reminiscencias de Busby Berkeley, ciempiés, nadadores en una pecera… nada es imposible para los autodenominados piloboli.

El cuarteto masculino, entrando como una bola humana, se lució en Gnomen, una mezcla de práctica mística y primitiva inocencia. Aquí la dinámica corporal es manejada mediante puntos de impulso: la cabeza es la favorita para hacer girar a los bailarines sobre sí mismos o convertirlos en improvisados “sacacorchos” humanos.

El brillante sexteto demostró, en Day two, que una verdadera creación nunca envejece, y dio el gran final deslizando con libertad sus cuerpos por el escenario mojado, contagiando su alegría a la audiencia entusiasmada. Patricia Casañas

Pilobolus On the Nature of Things
Pilobolus Waterslide Bows

Fue el 9 de junio de 2018
Teatro Coliseo
Marcelo T. de Alvear 1125 – Cap.
(011) 4816-3789
Sitio Web Pilobolus

 

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