ORQUESTA DE CÁMARA DE MÚNICH, calidad pura

Es probable que las cosas nunca hayan sido sencillas en nuestro país a la hora de organizar ciclos con artistas internacionales. Resulta evidente, sin embargo, que en tiempos de inestabilidad económica las dificultades a superar se multiplican. No obstante ello, Mozarteum Argentino siempre nos sorprende con programaciones que parecen desafiar cualquier contratiempo, garantizando niveles de calidad particularmente altos. Con más de siete décadas de historia, el protagonismo esta vez estuvo a cargo de la Orquesta de Cámara de Múnich, con la dirección del venezolano Rodolfo Barráez y la pianista Lise de la Salle. En su sexta presentación para Mozarteum Argentino, la agrupación inició su programa con un exponente de la Segunda Escuela de Viena: Langsamer Satz, de Anton Webern.

Concebido originalmente como el movimiento lento de un cuarteto para cuerdas que nunca completó, este trabajo de un joven Webern de veintiún años, lírico y al mismo tiempo exploratorio de nuevas tímbricas y dinámicas, recién se estrenó después de su muerte. La pieza claramente rememora una obra emblemática de la misma escuela, escrita apenas un par de años antes: la bellísima Noche transfigurada, de Arnold Schönberg.

Luego vino el plato fuerte: el Concierto para piano No. 2 de Frédéric Chopin, con la participación solista de Lise de la Salle, quien hizo su debut en el Teatro Colón en la temporada 2019. La pianista francesa es sin duda virtuosa, además de versátil, pero encontró en este concierto su esencia romántica, yendo más allá de su dificultad técnica, para explorar en la expresión, absolutamente delicada. Ayudó a esto la transcripción para cuerdas debida a Bernhard Jestl, que le dio a la obra un tono camarístico precioso.

El programa se completó con la Serenata para cuerdas Op. 22 de Antonin Dvorák, con un interesante equilibrio entre el romanticismo vienés y los patrones característicos de las danzas típicas de Bohemia. En todo momento la orquesta sonó precisa, ajustada, entregando nada menos de lo que el público de Mozarteum Argentino esperaba de ella.