Operarius – Actúan: Julieta Grinspan, Julia Nardozza, Esteban Parola – Vestuario: Julieta Grinspan, Esteban Parola – Escenografía: Damián D’Espósito, Julieta Grinspan, Esteban Parola – Iluminación: Carlos Belloso, Damián D’Espósito, Esteban Parola – Texto: Julieta Grinspan – Dirección: Carlos Belloso
Operarius emerge como un espejo distorsionado de la realidad laboral contemporánea. Con una narrativa que combina poesía y crueldad, se presenta una fábula en la que el ser humano es relegado a un segundo plano en un mundo donde la lógica del capitalismo impera con mano de hierro.
Desde el primer acto, su trama involucra al espectador en un viaje que es tanto un espectáculo como un grito de alerta, pues despliega una crítica mordaz hacia el sistema laboral actual, abordando temas de vital importancia como la crisis de vivienda, la precarización del empleo y la desesperanza que siente una generación que ve cómo sus sueños se desvanecen ante la fuerza implacable del mercado. Con un enfoque absurdista, la trama se desarrolla en una empresa de construcción que ha cavado un pozo tan profundo que la ciudad entera se encuentra al borde del colapso. El dueño, en su desesperación, busca un albañil que pueda rellenar ese vacío y hacer realidad su anhelado complejo habitacional. Sin embargo, pronto se da cuenta de que ya no queda nadie dispuesto a trabajar para él.
A través de un lenguaje poético y simbólico, Julieta Grinspan crea un ambiente donde la ironía y el absurdo se entrelazan, invitando al público a reflexionar sobre la lucha de clases y la opresión que se vive en el ámbito laboral. La obra, sin sutilezas, refleja la fragilidad de las aspiraciones humanas en un sistema que prioriza la ganancia sobre el bienestar.
La dirección de Carlos Belloso es muy buena para una puesta en escena que luce sencilla, pero realmente efectiva, y permite que la atención se centre en las actuaciones de un elenco que brinda interpretaciones jugadas. Julieta Grinspan, Julia Nardozza y Esteban Parola dan vida a personajes complejos, cargados de humor negro, con una profundidad emocional que resuena con el público. Cada uno se mueve con destreza entre la comedia y la tragedia, reflejando la tensión inherente entre los que tienen el poder y los que son oprimidos por él.
La escenografía, diseñada por Damián D’Espósito y la propia Grinspan, complementa perfectamente la atmósfera de Operarius. Un artefacto que simula una puerta se convierte en el umbral entre el mundo de los trabajadores y el del dueño, simbolizando la precariedad que enfrenta el operario del tìtulo. La iluminación, a cargo de Belloso y D’Espósito, juega con las sombras y luces, creando un entorno que refuerza la sensación de incertidumbre y peligro.
Uno de los grandes aciertos de Operarius es su capacidad para mantener un tono crítico sin caer en la desesperanza. A pesar de la representación de un mundo caótico y opresivo, el final abierto de la obra deja entrever que la lucha por un futuro mejor está lejos de haber terminado. Esta ambigüedad invita al público a cuestionar su propio lugar en la sociedad y a imaginar alternativas a un sistema que parece inamovible. Cristian A. Domínguez
Domingos a las 16.30
(hasta el 27 de octubre 2024)
Espacio Cultural La Fragua
Av. Rivadavia 4127 – Cap.
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