La llamada música clásica tiene curiosas temporalidades. Conviven, dentro de esta amplia definición exponentes remotos de la historia de la música, reactualizados en cada nueva interpretación, con obras que se componen contemporáneamente, quizás en el momento mismo de estar el lector recorriendo estas líneas. En el precioso marco aportado por el Palacio Noel, sede del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, pudo apreciarse algo de esto, durante el concierto que ofrecieron el pianista y compositor argentino Martín Kutnowski junto al notable Saint John String Quartet, integrado por David Adams y Danielle Sametz en violines, Chris Buckley en viola y Sonja Adams en violonchelo.
Nacido en Buenos Aires en 1968, Kutnowski reside desde hace varios años en Canadá, donde desarrolla una intensa labor musical y docente como fundador y Director del Programa de Artes en la St. Thomas University, en la ciudad de Fredericton, New Brunswick. Además lleva adelante distintos proyectos de colaboración con diversos artistas, al tiempo que sus obras, con frecuencia inspiradas en elementos folclóricos sudamericanos, han recibido premios del Fondo Nacional de las Artes, la Tribuna Argentina de Compositores y otras instituciones internacionales.
Para mostrar la calidad y versatilidad del ensamble de cuerdas, el concierto se inició con sonidos del clasicismo, a través del Cuarteto Nº 1 de W.A. Mozart, tras lo cual Kutnowski se sumó en el piano, completando el quinteto que se haría cargo de presentar al público una interesante selección de obras propias, comenzando por la suite Five Argentinian Folk Pieces de 2002, integrada por una zamba, un huayno, una milonga, una baguala y un valsecito criollo. Fue muy interesante cotejar cómo el cuarteto logró pasar sin sobresaltos de la sonoridad de Mozart a la de las piezas contemporáneas, modernas en su lenguaje al mismo tiempo que representativas de la idiosincrasia sudamericana, pero sin dejar por ello de sonar universalistas.
Hay cierta melancolía en la música de Martín Kutnowski, que seguramente tiene que ver con las cuestiones del arraigo. Esto se notó especialmente en los bellísimos arreglos de tres tangos, dos de Carlos Gardel y uno de Astor Piazzolla: El día que me quieras, Ave María y Volver. Lo de la universalidad de estas músicas quedó bien establecido en este segmento: si no nos hubiesen dicho que los intérpretes del cuarteto eran extranjeros, podríamos haber pensado que tocaban tango desde siempre. Mérito de los músicos, pero también del arreglador.
La segunda parte del programa estuvo dedicada a una primera audición: Saudade es una obra compuesta por encargo, dedicada al Saint John String Quartet, dividida en dos secciones: Fantasía y Bossa Nova. Una vez más la propuesta fue de una modernidad combinada con cierto espíritu local y la tradición musical clásica. Algo que también pudo notarse en el aplaudido bis, con Peter Emberley’s Dream, otra obra compuesta por Kutnowski, nominada como Mejor Obra Clásica del año 2014 en los East Coast Music Award, precisamente en la versión grabada por este conjunto.
En resumen, fue una refrescante muestra de obras contemporáneas, próximas y novedosas, amables y plenas de talento, que nos recordó que la así llamada música clásica se mantiene viva y renovada. Germán A. Serain
Fue el 31 de julio de 2016
Museo Isaac Fernández Blanco
Suipacha 1422 – Cap.
(011) 4327-0272
Página Martín Kutnowski
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