Las minas del tango reo – Intérpretes: Lucrecia Merico y Valeria Shapira – Texto: Liliana Marino, Lucrecia Merico y Valeria Shapira – Guitarra: Nacho Iruzubieta
Aparecen exultantes, con rojinegro vestuario y llamativos anteojos Victoria Ocampo style. Valeria Shapira se sorprende ante la desfachatez de Lucrecia Merico. Es que Lucrecia es desmedidamente arrolladora, y tiene mucho mundo. Valeria es más sensible, entrañable y no descree del amor. Ambas son bohemias, noctámbulas, jocosas, y filosofan un poco de todo. Nunca se sabrá cuan reas y cuan reales son estas minas, ideales para cantar los cautivadores tangos de las décadas del 20 y el 30 del siglo pasado.
Siguiendo una inteligente línea ilusoria, Las minas del tango reo van entonando –mientras se entonan con unos whiskys también- composiciones que las retratan eufóricas o melancólicas, añorantes e irónicas, sin perder jamás el humor, elocuente en sus miradas, muecas y mohines, recordando historias propias que seguramente un tango cuenta, y trastocando la tristeza o el drama en alegría. Ángel Villoldo, Celedonio Flores, Discépolo, Valles, Canaro, entre otros, son tamizados por su rea feminidad que tiene un largo camino recorrido y les permite reírse sin ambages de sí mismas. Consustanciadas como están con las letras, estas pipistrelas -acompañadas por el impecable guitarrista Nacho Iruzubieta– pueden hacer una referencia actoral y musical al Parque Japonés, agregándole una gracia al final de “Garufa”. Remedando tiempos de nuevos ricos y buscando parecidos, pueden enlazar a un Muchacho, con un Niño Bien y otro a quien le insisten: Te lo digo por tu bien.
Pero también hablan de minas, que son difíciles, particulares, especiales y hasta yeguas, para discutir cuál de ellas dos es más jodida. Así descubren a otra que lo es más aun y está muy bien reflejada en Tortazos, dedicado a la chorra de más fama que pisó la 33, que era de familia de chorros, para seguir con minas modernas, salvajes y arrabaleras, dejando lugar al tango que cuenta la historia de Felisa Roverano. Hasta las Rubias de New York aparecen en disparatada versión, interpretada por ellas mismas en llamativa percusión, donde demuestran todo lo aprendido en un cierto conservatorio. Martin Wullich
Las minas del tango reo
se dio hasta marzo de 2011
Clásica y Moderna
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