Si usted está leyendo este comentario en la pantalla de su celular, tablet o computadora, es porque en alguna medida ya está implicado dentro de los límites de la vida digital. Y es que de un tiempo a esta parte las tecnologías digitales han venido a producir una suerte de división esencial.
Por un lado todavía pervive un mundo constituido por elementos materiales, que abarca desde las fotos, revistas o diarios que aún se imprimen en papel, hasta el encuentro con las demás personas a través de un contacto físico. Por otro lado hay un mundo cada vez más amplio y omnipresente de virtualidades, en general pasibles de ser traducidas mediante una pantalla.
De esto trata básicamente La vida digital, un libro lúcido y ciertamente interesante firmado por Ariel Gurevich, quien alterna su faceta de dramaturgo con la de investigador en Ciencias Sociales. El subtítulo de la edición es elocuente: Intersubjetividad en tiempos de plataformas sociales.
Es que vivimos una época en la cual un porcentaje cada vez más amplio de las relaciones humanas se lleva adelante sin que medie la presencia física del otro, suplantado por una presencia mediática que sistemáticamente va ocupando su lugar. Por ponerlo en otras palabras: cada vez conocemos menos a las personas que nos rodean, y vamos profundizando más, en cambio, en las máscaras digitales que cada uno de nosotros genera en las redes.
No es casual que el autor, en lugar de hablar de redes sociales, prefiera referirse a plataformas de construcción y comunicación del sí. En definitiva asegura que esta es la verdadera funcionalidad de estos dispositivos: brindar la posibilidad de plantear identidades propias, construidas a la medida de la voluntad del usuario, que luego se ponen en interacción con las identidades construidas por los demás. Algo así como un fabuloso carnaval electrónico, donde se difuminan los límites de lo real y lo imaginario.
Celebrities e influencers, las nuevas formas de la angustia y de la ansiedad generadas por las redes, nos hacen estar pendientes de lo que publican los demás o de las reacciones que producen nuestras propias publicaciones; la evolución y la importancia de la imagen en los tiempos contemporáneos; la constitución de nuevas formas de socializar, de establecer memorias y relatos.
Todos estos son nada más algunos de los temas centrales de este volumen, preciso, inteligente y de sencilla lectura. Desde su lugar de docente especializado en esta área temática, quien suscribe el presente comentario se atreve a recomendar enfáticamente la lectura de este volumen a todo aquel lector interesado en comprender mejor las circunstancias propias de nuestra cultura contemporánea. Germán A. Serain
La vida digital
Ariel Gurevich
Crujía futuribles
170 páginas
Ariel Gurevich es autor, investigador y docente, egresado de la carrera de Ciencias de la Comunicación (UBA), y dramaturgo (Escuela Metropolitana de Arte Dramático). Recibió una beca del Centro de Estudios de América Latina para estudiar Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid. Como dramaturgo y director estrenó Seré tu madre tranquila, Las descamisadas y Las noches blancas, que participaron de festivales nacionales e internacionales y recibieron nominaciones y premios. Escribió largometrajes de ficción y documentales, y fue co-guionista de las series Doce Casas (TV Pública) y Animal que cuenta II (Canal Encuentro). La vida digital es su primer libro de ensayo.
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