LA MEMORIA INFINITA, paradojas del tiempo

Un documental extraordinario para ver por fuera de los algoritmos de Netflix

La memoria infinita (2023, Chile, 85 min.) – Género: Documental – Elenco: Paulina Urrutia, Augusto Góngora – Música: José Miguel Tobar, Miguel Miranda – Fotografía: Pablo Valdés – Guion y Dirección: Maite Alberdi

En Argentina, cada 24 de marzo se celebra el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, establecido por la Ley 25.633 en 2002, como una jornada de reflexión sobre las violaciones sistemáticas a los derechos humanos perpetradas por el terrorismo de Estado durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, que se extendió entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. No obstante, en 2025 algunas instituciones decidieron celebrar la Semana de la Memoria a fines de agosto, coincidiendo con la fecha en que se cumplieron cuatro décadas de la culminación del juicio a las juntas militares que comandaron aquel proceso.

En cualquier caso, revisitar temas y debates que muchas veces se dan por saldados, como la violencia política o la necesidad de una memoria institucionalizada, es algo siempre vital y necesario. En particular en el contexto nacional e internacional actual, que deja en claro que aquellos debates todavía forman parte de aquello que la sociedad necesita seguir replanteándose. Por eso tomamos esta fecha como excusa y venimos a recomendar un documental que hace de la memoria su eje principal. Un documental que a pesar de haber estado nominado  recientemente al Oscar e integrar la oferta de una plataforma tan popular como Netflix probablemente podría pasar desapercibido para muchos. Incluso para el algoritmo de recomendaciones de la propia plataforma.

El trabajo, absolutamente entrañable, dirigido por la cineasta Maite Alberdi, nos presenta la amorosa relación que une a la pareja integrada por la actriz Paulina Urrutia y el periodista chileno Augusto Góngora, quien durante la dictadura militar chilena realizó una acción fundamental en medios de comunicación opositores al régimen. Pero Góngora padece de alzheimer, y el recorrido del documental nos muestra el avance de la enfermedad y el paulatino deterioro de esa memoria que, precisamente por eso, se revela a cada paso como más y más valiosa.

En definitiva se trata de una historia de amor. Un amor que se ve enfrentado al hecho de que Paulina vive con el temor constante de que llegue el día en que Augusto ya no la reconozca. Pero también se trata, como ya hemos dicho, de una valoración de la memoria. Y esto en una doble dimensión: la memoria del propio Góngora, que se escurre como agua entre los dedos, y la memoria de la sociedad. Se trata del peligro de que las sociedades también pierdan la memoria, acaso sin darse cuenta.

“Todos necesitamos pasar por un ejercicio de memoria en algún momento, como individuos y como sociedad, para poder avanzar”, asegura Maite Alberdi sobre su película, que en Chile fue un éxito de taquilla y se convirtió en el documental más visto. En una de las escenas finales del documental, Paulina le lee a Augusto la dedicatoria que él le escribiese años atrás, al regalarle un ejemplar del libro Chile: la memoria prohibida. Allí reza: «Los que tienen memoria, tienen coraje y son sembradores».

En la escena siguiente, la cinta rescata imágenes de la presentación de aquel libro, con un joven Góngora que explica: «Nos parece muy importante reconstituir la memoria. No para quedarnos anclados en el pasado, sino porque reconstituir la memoria es siempre un acto con sentido de futuro. Es siempre un intento de verse uno mismo, de conocer los problemas, de conocer nuestras debilidades, para ser capaces de superarlas y poder enfrentar generosamente el futuro. Nos parece también importante decir que no basta que la restitución de la memoria sea un acto meramente racional. No bastan solamente las cifras y las estadísticas. También necesitamos reconstituir nuestra memoria emocional. Precisamente porque estos años han sido tan duros, tan traumáticos, tan llenos de dolor, también necesitamos recuperar nuestras emociones, asumir nuestros dolores, elaborar nuestros duelos».

Terminará la voz de Paulina, leyendo, de ese mismo libro: «Sin memoria divagamos desconcertados, sin saber adónde ir. Sin memoria no hay identidad». Tremenda lección, que enfrenta la paradoja de un hombre dedicado a reconstituir la memoria de un pueblo, que termina su existencia luchando para no perder los últimos rastros de su propia identidad, para no olvidar a su compañera o a sí mismo.

La memoria infinita se estrenó el 21 de enero de 2023 en el Festival de Cine de Sundance, donde ganó el Gran Premio del Jurado. También obtendrá el Premio Goya a la mejor película iberoamericana, entre otros reconocimientos, y fue nominada al Óscar en la categoría de mejor largometraje documental. Arturo Góngora falleció el 19 de mayo de ese mismo año. Recordarlo, es una manera de recordar la importancia de seguir peleando para no perder nuestra propia memoria. Incluso cuando a la larga todos estemos condenados al olvido. Germán A. Serain

La memoria infinita – Trailer oficial

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