Cada foto narra una historia. En ellas están los elementos del cuento. El flautista de Hamelin toca la flauta. Seguramente, por la colosal creatividad de Pato Rivero, también tocará los meandros interiores de quien observa. Fantasía por doquier hay en cada imagen. Nada es casual en ellas. Todas han sido creadas por la mágica varita del autor, generando puestas en escena tan maravillosamente teatrales que impactan y subyugan al ojo del espectador, que se entrega a su arte y se deja llevar sin resistencia a los mundos de la infancia tamizados con otro color.
Los cuerpos aparecen impactantes, vestidos profusamente o desvestidos libertinamente, en ropajes casi medioevales o en prendas de cuero que dejan entrever sexualidades latentes. Rivero plasma esos personajes con indecible libertad, con manifiesta sensualidad, con sutil perversión, pero sugiriendo siempre. En un dorado marco a la hoja, la acción adquiere ribetes impresionistas. Es la prueba cabal de que su ojo observador ha captado la esencia invariable desde que el hombre es tal. Nada ha cambiado. Ni lo hará. Ni en la fantasía ni en el mundo que habitamos. La morbidez y el encanto están cotidianamente, sólo hay que saber descubrirlos. Martin Wullich
Se exhibió hasta agosto 2012
Holbox Photo Gallery
Costa Rica 4737 – Cap.
(011) 4833-2481