El adulador – Actúan: María José Ardohain, Guillermo Arengo, Alejandro Awada, Renata Boldini, Fernando Contigiani, Fabiana Falcón, Tomás Fernández Castaño, Adriana Ferrer, Noralih Gago, Julia Gárriz, Micaela Gaudino, Lisi Gay, Francisco Lumerman, Santiago Martín, Gisela Rebichini, María Florencia Zarate – Música y Sonido: Carmen Baliero – Iluminación: Ricardo Sica – Vestuario: Betiana Temkin – Escenografía: Rodrigo González Garillo – Dramaturgia: Carlo Goldoni – Adaptación y Dirección: Luciano Suardi
Pocas cosas son tan peligrosas para un pueblo como un gobernante que no sabe gobernar y que, por añadidura, desconoce cómo llevar adelante sus obligaciones. Curiosamente esto suele pasar más a menudo de lo que pensamos, incluso en aquellos lugares en los cuales los cargos son definidos por elección de los ciudadanos. Es que nos gusta creer en las palabras agradables. Ya sea que se trate de elogios o de promesas. Es en esta debilidad donde encuentran su poder los aduladores.
El veneciano Carlo Goldoni (1717-1793) escribió El adulador, que aquí es adaptada y dirigida por Luciano Suardi, pensando en la sociedad del siglo XVIII. Sin embargo la obra, encarada desde una curiosa estética kitsch que en la práctica funciona mucho mejor de lo que nos hubiésemos atrevido a creer, posee una gran actualidad y se corporiza como una apropiada crítica a nuestro tiempo. El contraste que se da entre la exageración de los vestuarios, los peinados y los gestos, puesto en relación con lo concreto del tema, le da a la puesta teatral una identidad de lo más interesante.
Presentada como un estreno en la Argentina, el desarrollo cómico no se prohíbe la inclusión de algunas notas dramáticas, ni tampoco una conclusión de sano corte moral. Las muy eficientes actuaciones, entre las cuales se destacan los roles protagónicos cubiertos por Alejandro Awada como el adulador, Guillermo Arengo como el gobernador y Noralih Gago como su señora esposa, nos hicieron disfrutar de la pieza.
Desde el propio programa de mano, El adulador es descripta como exótica, desconcertante y anómala. Quizás no tanto por la historia en sí misma, que de todos modos tiene matices inesperados para una comedia clásica del siglo XVIII, sino por el arriesgado modo de abordarla, conforme a códigos muy personales. En opinión de este comentarista, la fórmula funciona.
Lo que por el contrario nos pareció fuera de lugar fue la exhibición, en el momento de los saludos finales, de un pañuelo verde por parte de una de las actrices, haciendo explícita su posición personal respecto de un tema sensible que nada tenía que ver con la obra de teatro. Cada quien puede tener las convicciones que crea convenientes, pero el gesto nos privó de brindar libremente el aplauso que merecían los artistas. Germán A. Serain
Jueves a sábados a las 20.30
Domingos a las 20
Teatro Regio
Av. Córdoba 6056 – Cap.
(011) 4772-3350
complejoteatral.gob.ar
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