VIVIANE CHASSOT, teclas bien temperadas

Haydn, Rameau, Mozart y Bach en el acordeón de la artista suiza

Cuenta el pianista macedonio Simon Trpčeski que una de las dificultades que tuvo que afrontar cuando empezó a aprender a tocar el piano fue que debió cambiar la orientación del teclado: es que, de niño, había aprendido a tocar el acordeón. Pero, afortunadamente, pudo superar la prueba, y hoy es uno de los pianistas más destacados mundialmente. Pero hay quienes se han enamorado del acordeón de por vida. Es el caso de Viviane Chassot, nacida en Zurich, Suiza, a principios de los años setenta. Aunque seguramente Trpčeski hablaba del acordeón a piano, Chassot hace música clásica en un acordeón cromático, el que tiene teclas redondas.

Esta peculiar incursión en la música académica del acordeón de Chassot ha producido ya varios álbumes muy elogiados. En 2009 salió Genuin, álbum debut con sonatas de Joseph Haydn. En 2011 fue el turno para las Pièces de clavecín de Jean-Philippe Rameau. Estos dos trabajos le hicieron ganar no solo la atención de todo el mundo y gran cantidad de elogios. Luego siguieron New Horizons (2014), y Objets Trouvés (2016; obras para acordeón y cítara). En 2017 la artista volvió a la carga con Haydn y sacó Keyboard Concertos, y dos años más tarde fue el turno de Mozart: Mozart Keyboard Concertos.

Viviane Chassot se destaca por la frescura y la sensibilidad a la hora de ponerse al hombro las composiciones de estos gigantes de la música clásica. Varias veces premiada o nominada, Chassot tiene, además, el respaldo de Alfred Brendel, reconocido pianista austríaco, quien encomió su interpretación tildándola de “perfecta en su tipo”. La acordeonista ha aparecido como solista y como parte de conciertos de cámara.

El acordeón es un instrumento cuyos orígenes deben buscarse a principios del siglo XIX; algunos opinan que quizás antes. En 1822 Friedrich Buschmann patentó un instrumento al que llamó Handäoline, y siete años más tarde Cyril Demian, músico de origen armenio, patentó su Accordion. Más allá de las idas y vueltas sobre la génesis del instrumento, es importante destacar que, viendo cuán popular era, sus fabricantes intentaron darle un color más “respetable” y menos folklórico. Un siglo después de los inventos de Buschmann y Demian, un fabricante de acordeones de Alemania, Hohner, comenzó a publicar partituras para acordeón; creó además una institución para la enseñanza de acordeón y también una orquesta.

Este 2021 que termina ha sido muy valioso para Viviane Chassot, ya que su séptimo álbum, Pure Bach, salió en abril. Este precioso y fascinante trabajo incluye obras del primer volumen de El clave bien temperado BWV 847, el Concerto italiano en fa mayor BWV 971, la Suite francesa No. 2 BWV 813 y la Partita No. 1 en si bemol mayor BWV 825. Tanto este último trabajo como los  anteriores son un regocijo para el oído. El acordeón de Chassot, lejos de aburrir o cansar, cobra en cada compás un vigor increíble.

El mérito de la artista consiste en su capacidad de arrancar sonidos precisos que se adaptan a las mil maravillas a piezas compuestas hace muchos años para otro tipo de instrumentos. Un verdadero placer escuchar las obras de genios del barroco y el clasicismo en un instrumento poco habitual para este tipo de música académica. Viviana Aubele

Viviane Chassot and Kammerorchester Basel, J.Haydn Concert F-Dur Hob. XVIII,  23.09.2016

Pure Bach de Viviane Chassot en Spotify 
Sitio Web de Viviane Chassot

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