EL CUENTO DE NAVIDAD DE AUGGIE WREN, de Paul Auster

Una poco convencional historia navideña del escritor estadounidense

¿Es posible capturar el paso del tiempo en imágenes? ¿Cómo nos afecta este, cómo nos modifica? ¿Hasta dónde es ético el engaño? ¿Existen las casualidades? Paul Auster, escritor estadounidense nacido en Nueva Jersey en 1947 juega con estas cuestiones en El cuento de Navidad de Auggie Wren, un relato que forma parte de la película Smoke (“Cigarros”), de 1995, dirigida por Wayne Wang y el mismo Auster, autor de la historia y del guión.

En este cuento no hay uno, sino dos relatos, y también un metarrelato. El narrador, es decir, Auster mismo (que en la película aparece con su seudónimo Paul Benjamin), nos narra una historia por boca de Auggie Wren, un empleado de una tabaquería de Brooklyn. En realidad, este personaje no se llama Auggie Wren, ni tampoco sabemos su nombre verdadero. Además, el narrador nos cuenta cómo surgió El cuento de Navidad de Auggie Wren: en la sencillez y campechanía de Auggie, el autor resuelve su dilema de tener que escribir una historia de Navidad por encargo del New York Times; el tipo de historias que Auster jamás escribiría. Auggie es una suerte de ayo para el narrador, pues a través del lente de una cámara de fotos le revela la aparente inmutabilidad del tiempo, que no obstante hace mutables todas las cosas: lo que hoy es, acaso mañana no lo sea, o sea de otra forma. Auggie, a la vez, le hace ver a través de sus propios ojos lo que los menudos y cautelosos pasos del tiempo pueden hacer en las personas, de qué manera el abandono, la falta de afecto y el olvido impactan en el ser humano.

Una serie de coincidencias que ocurren en lo cotidiano proporcionan un hilo conductor simple y a la vez profundo: que Auggie se enterase de la verdadera identidad del cliente (Auster/Benjamin), que se enterase además de la identidad del ladrón de la tabaquería, y que el día de Navidad la anciana ciega supiera, en su saludable demencia, quién no era la persona que compartió con ella acaso su última comida de Navidad. Después de todo, nuestra identidad parece tener una dualidad incomprensible: ¿somos eso que pensamos que somos, o somos aquello como nos ven los otros, o quizás ambas cosas a la vez, o ninguna?

La ambigüedad es un factor al que Auster también recurre. ¿La historia del encuentro entre Auggie y la anciana es verídica, o es producto de la imaginación de este peculiar empleado de tabaquería neoyorquina? ¿Faltó Auggie a la verdad en más de una oportunidad? Lo único que no parece ambiguo es el registro del tiempo en los numerosos álbumes de fotografías de Auggie, tomadas con la cámara de fotos que consiguió subrepticiamente en la casa de la anciana, cual revés irónico del robo en la tabaquería. Día tras día, exactamente a la misma hora y en el mismo lugar, Auggie tomaba esas fotos para capturar un instante en la vida de las personas que pasaban por esa esquina, para inmovilizar el devenir de la vida y plasmarla en un rollo.

El cuento de Navidad de Auggie Wren no es el típico relato navideño, tal como nos deja saber el autor, que es reacio a escribir historias navideñas al estilo de Charles Dickens o de O. Henry. No espere el lector encontrar a Ebenezer Scrooge o al tierno Tim Cratchit, ni tampoco al matrimonio de Della y Jim Young. Pero sí lo logra Auggie con la candidez de los simples, a partir de algo tan prosaico y cotidiano como una cámara de fotos o una improvisada cena de Navidad entre “abuela” y “nieto”. Viviana Aubele

El cuento de navidad de Auggie Wren por Paul Auster

El cuento de navidad de Auggie Wren
Paul Auster
48 páginas
Ed. Booket
Comprar El sueño de navidad de Auggie Wren, de Paul Auster
El cuento de navidad de Auggie Wren, en español

 

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta