TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN COREOGRÁFICA 2015

Sorprende siempre la muestra del Taller de Danza Contemporánea que dirige Norma Binaghi

Trabajos de investigación coreográfica 2015 – Intérpretes: Micaela Araceli Almirón, Cecilia Magalí Bolzán, Victoria Nazareth Cabañas, Roberto Maximiliano Cartasegna, María Paz Corinaldesi,  Malena Feliziani, Camila Florines Armand Ugon, María Victoria Frosi, Rodrigo Sebastián García, Raúl Emanuel Manzano Olivares, María Dolores Medina, Francisco Nicolás Morán, Ana Murias, Florencia Giovana Papaleo Yaccuzzi, Clara Inés Ramírez Rolón, Leandro Raúl Ruiz, Clara Spina, Maximiliano Suárez – Maestro a cargo: Alejandro Cervera – Asistencia: Damián Malvacio – Coordinación general: Norma Binaghi

TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN COREOGRÁFICA 2015

Como cada cierre de un ciclo, el Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín presentó la Muestra de Trabajos de Investigación Coreográfica 2015 -en la intimidad más conocidos como las Tesis-, a cargo de los alumnos del último año. Si bien todo espectáculo -aun desde el 1er. Año del Taller- pensado y coordinado por su directora, la insigne Norma Binaghi, tiene insoslayables características  de creatividad y profesionalismo, estas se potencian con un visible crescendo en el ingenio de los flamantes bailarines intérpretes.

Desde Las hijas de Márgola, un trío de mujeres que baila al compás de la Sinfonía No. 25 de Mozart con clásica precisión, hasta el sensual sexteto que interpreta Nereides con vestimentas aborígenes, o el que en Serendipia usa la música de Gustavo Cerati, los trabajos en equipo sorprenden con su equilibrio escénico. Así lo demostraron en Tómica y en el final con EquinoVaros, luciendo un vestuario trabajado y atrayente, para cerrar con el pas de deux del 2do. Acto de Cascanueces de Tchaikovsky, esta vez entre hombres.

Marlene Dietrich aparece en los movimientos de dos Anónimas seductoras. Cuando basta el arco iris trae a Edith Piaf, aquella que no se arrepentía de nada, como tampoco el trío interpretativo que baila hasta en silencio. La rendija se abre a la magnífica individualidad de una bailarina que entrega su cuerpo al delirio elctrónico. Alguien deglute con ahínco una sandía que tiñe el escenario antes de que reaparezca Mozart en un curioso y colorido Requiem playero jugado con mucha gracia.

También el humor se cuela en un desopilante cuarteto, mientras El día que me quieras suena cantado en vivo. Necesidad va al atrapante ritmo de Erik Satie y Cromática se mueve con una llamativa melodía de Abel Korzeniowski. Hasta las molestas y filosas puntas de un tenedor rayadas con fuerza sobre un plato parecen imponer su coreografía en Rasga sempiterno.

Entonces uno percibe que en la danza no hay límites, que toda trama y planteo puede tener una concepción original, que la búsqueda de emociones y alegorías está basada en la iniciativa, la quimera o la chispa de un individuo que se ha formado con tesón y entrega su cuerpo a la más sentida expresión, aquella que es capaz de transmitir la enseñanza de sus maestros, tamizada por lo que sienten su mente y su corazón, para llegar al alma del espectador. Martin Wullich

Fue el 6 de noviembre de 2015
Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530 – Cap.
0800-333-5254

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