Tal como una protectora hada madrina, la siempre generosa Cecilia Scalisi recibió en su casa a un variopinto grupo de invitados que se deleitó con el repertorio monteverdiano del contratenor argentino Martín Oro, de regreso de un largo periplo europeo.
Tal como lo afirmó la anfitriona, Martín Oro “es un contratenor de robusto y cálido timbre, marcado carácter histriónico y fluida expresividad; de fuerte presencia en los registros medio y grave, y un color masculino, como él mismo define esa muy personal característica que, sin dudas, lo distingue de la mayoría de sus colegas con voces más bien agudas, angelicalmente puras, blancas y aniñadas”.
Además Emilio Aguilar, Damián Ramírez, Ana Durañona, Natalia Salardino, Valeria Rodríguez, Silvana Guatelli, Cecilia Mazzufero, Patricia Villanova y Laura Delogu, voces de la nueva generación, cantaron piezas de Georg Friedrich Häendel y Johann Sebastian Bach. Los nueve cantantes habían recibido recientemente una clase magistral del Maestro Oro -ofrecida también en casa de Scalisi- y fueron acompañados por Anabella Pérez Cruces, en clavicembalo, y por Dolores Costoyas en tiorba.
La convocatoria surgió del Centro de Música Antigua de Buenos Aires, que se creó en 1976 para promover el estudio e interpretación con instrumentos originales (laúd, clave, fortepiano, viola da gamba, vihuela, entre otros). De hecho, se utilizó un clave francés de doble teclado construído por el luthier argentino Jorge González, de acuerdo al original del siglo XVIII realizado por Herny Hemch.
Cecilia Scalisi ofreció la recepción y el concierto in memoriam Erich Kleiber, el célebre director austríaco. Martin Wullich
Martín Oro en Teatro Colón
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