Las Alicias – Intérpretes: Eliana Bonard, Aixa Di Salvo, Brenda Fajardo, Laura Fernández, Cristina Gioia, Susana Gonzalez, Isabel Guerra, Alejandra Guevara, Caty Hidalgo, Josefina Jacoby, Elena Kruk, Mariana Litvin, Cristina Melogno, Viviana Mercurio, Nicole Núñez, María Marta Rodríguez, Manuel Rojas, Cristina Sanchez, Natalia Sosa, Silvia Spinelli, Marcela Viaggio, Elisabeth Von Zehmen, Silvia Weitzman – Iluminación: Teresa Duggan, Paz Giribone – Autoría y Dirección: Teresa Duggan
De abril a julio de este año la bailarina y coreógrafa Teresa Duggan desarrolló un taller de montaje sobre Alicia en el país de las maravillas. Producto de ese taller es Las Alicias, obra creada por sus participantes, que formaron un grupo donde las individualidades lograron amalgamarse para dar vida de múltiples maneras a los personajes del mágico cuento de Lewis Carroll. Veintitrés intérpretes de corporalidades, edades, personalidades y capacidades muy variadas modelan la fantasía de un relato siempre vigente y seductor, siempre de la mano sensible y profunda de Duggan.
Todas son Alicia cayendo en la madriguera, que aquí es la caverna de Platón, acaso para permitirse ver lo que se quiere ver y no lo real; trenzando sus cabellos y su tristeza al compás del bello texto de Paola Klug; jugando con las dimensiones y con mini sillas que pueden convertirse en coronas, anteojos o almohadas. También son conejos, metamorfoseando sus guantes blancos en orejas, narices o rabos. Estas Alicias bailan, cada una con sus propias herramientas y saberes, y también se preguntan “¿Cuánto es para siempre?” en este sueño sin lógica ni medida.
Entre los bien dosificados elementos escenográficos no puede faltar el largo y liviano lienzo, casi una marca de fábrica de Duggan, que se transforma en río, cielo, manto, y que las bailarinas bordan y cosen. Impregnado de poesía, el segmento dedicado a los libros es uno de los más logrados.
El alocado té imaginado por Carroll se traduce aquí en la inesperada irrupción de un desatado rock and roll, donde las intérpretes abandonan su sobrio vestuario para dar fantasía y colorido a sombreros, calzados, túnicas y polleras.
El aspecto musical transita caminos tan disímiles como la Gnosienne Nº 3 de Satie, las Variaciones sobre Dives and Lazarus de Vaughan Williams, el Claro de luna de Debussy, el Trío op. 100 de Schubert… y el furor del festival de Woodstock. Pero así es el mundo de Alicia, tan desconcertante como los sueños, y tan distinto como Alicias hay en el mundo. Patricia Casañas
Próximas funciones:
Domingos 18 y 25 de septiembre a las 14
CELCIT
Moreno 461 – Cap.
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