LA VIE PARISIENNE, amena opereta

La vie parisienne – Autor: Jacques Offenbach – Escenografía: Gerardo Pietrapertosa – Coreografía: Gabriela Castro Barros – Dirección musical y coral: Ramiro Soto Monllor – Dirección general y regie: Adriana Segal

Es indudable que hay un interés creciente por la ópera en el panorama del espectáculo argentino, lo que genera estrenos de títulos muy poco tenidos en cuenta  y otros que siempre serán bienvenidos. La ópera buffa tiene siempre un atractivo particular, tal como lo tiene la comedia en teatro. Si además hay un buen equipo que conforma la puesta en escena, el resultado es siempre deletitable. Así llegó el primer título de la temporada de la Compañía Lírica G. Verdi, con La vie parisienne, el esperado can can y otras picardías pergeñadas por Jacques Offenbach.

Los sones de la obertura ya denotaron una orquesta segura con la batuta de Ramiro Soto Monllor, quien llevó además a muy buen puerto la coordinación de notas en los preciosos momentos corales entonados por el Coro Estable de la compañía. El trabajo de preparación vocal realizado por la soprano y directora general Adriana Segal se evidenció en la buena emisión de todo el elenco, muy parejo en el lucimiento individual y en trabajos a dúo.

La decisión de emitir los recitativos en español no fue la más adecuada, ya que genera per se un desequilibrio natural. Además, un buen cantante no siempre es –lamentablemente- alguien bien formado en el histrionismo, lo que si bien no le quita méritos en lo lírico, adolece de gracia en la representación general. El idioma original –francés en este caso- disimularía mucho algunas actuaciones que no parecían naturales ni convincentes.

La única excepción fue la del bajo Pol González, quien encarnó un perfecto y muy entretenido Barón de Gondremarck, sustanciado profundamente en el disparatado personaje, bailoteando una muy graciosa coreografía y cantando estupendamente los insólitos deseos del aristócrata.

Fue llamativa, atrayente y funcional la escenografía diseñada por Gerardo Pietrapertosa, con un trabajo de iluminación variable. El diseño del vestuario estuvo brillantemente acorde y festivo, en una paleta pletórica de colorido, generando el clima festivo que invita a seguir tarareando la última chanson aun después de que la magia ha terminado. Martin Wullich

Se dio hasta el 14 de abril 2013
Teatro Avenida
Av. de Mayo 1222 – Cap.
(011) 4381-0662
Adriana Segal en este Portal