EL PALMERAL, sacrílego deseo

La tensión entre una pasión inconfesable y su prohibición en el marco de afilados preceptos religiosos

El palmeralActúan: Ella Margarita Becerra, Saeed Pezeshki, Santiago Lozano – Arte: Nicolás Williamson – Dramaturgia: Albert Tola – Dirección: Jorge Hugo Marín

Nadie podría haberse imaginado todas las adversidades y condicionamientos a los que seríamos sometidos por esta pandemia que vivimos. Nadie podría haber calculado tampoco el estado de orfandad al que serían arrojadas todas las artes y con ellas el teatro, un sobreviviente náufrago que se mantiene a flote por el impulso vital de aquellos que en él creen y lo recrean. Sea esta breve reseña un saludo y un aliento de fuerza a aquellas y aquellos que resisten y siguen generando creación escénica desde todos los flancos.

En El palmeral encontré una puesta en escena ceremonialmente recreada entre sombras, con un texto fascinante, envolvente. La historia es la de dos amantes, dos hombres: Abu Hâssan y Tahir; amantazgo prohibido entre un escriba y un soldado durante el establecimiento de un nuevo orden religioso. La dramaturgia, escrita por Albert Tola, desarrollará la tensión entre un deseo inconfesable y su prohibición en el marco de afilados preceptos religiosos.

De la oscuridad más plena y espesa vemos brotar, uno a uno, a todos los personajes anudados a este secreto: los dos hombres, sus esposas, un verdugo, un testigo delator; cada uno nos pasea por sus contradicciones, su impotencia, los anhelos fervientes enterrados en esa tiniebla cuyo dueño a veces se presiente pudiera ser Dios o nadie. Abandonados por la gracia divina y arrojados a la sinceridad cruda de su “pecado”, los personajes narran en forma de íntimos monólogos su necesidad de trascender espiritualmente el peso de lo irremediable. 

El diseño escénico cautiva, convierte por momentos los cuerpos en cuadros vivientes que se encienden y se apagan; espacio íntimo donde cada identidad adquiere una resonancia profunda. Resulta reconfortante sentir que un texto tan literario, confesional y poético adquiere dimensiones de naturalidad actoral tan fluida y humana, gracias a la ejecución del elenco. No sabría a quién destacar entre Saeed Pezeshki y Ella Becerra, pues ambos me resultaron precisos en cada palabra y gesto; las historias que cuentan son tristes, pero los personajes no tienen nada lastimero pues se narran desde el anhelo de libertad y la fuerza de la dignidad.

El palmeral es posible gracias al proyecto Cruce de pensamientos 2021, a la Alcaldía Mayor de Bogotá, a la Alcaldía Local de Teusaquillo, Bogotá Local. En el marco de esta iniciativa, La Maldita Vanidad Teatro lleva a cabo de modo simultáneo su serie de lecturas dramáticas Benditas Lecturas, que pueden ser disfrutadas en línea. La programación incluye dramaturgias de Carolina Vivas, Felipe Botero y Gracia Morales.

Toda la programación puede ser consultada en las redes sociales de la casa, así como en su sitio oficial. Quienes no pueden asistir presencialmente, pueden verla de modo virtual. Camilo Barajas Hernández

Funciones virtuales
Viernes y sábados a las 20 (hora de Colombia)
Viernes y sábados a las 22 (hora de Argentina)
Domingos a las 18.30 (hora de Colombia
Domingos a las 20.30 (hora de Argentina)
(hasta el 13 de junio 2021)
Tickets

Funciones presenciales
Viernes a las 20
Sábados a las 19 y a las 20.30
Domingos a las 18.30
(hasta el 13 de junio 2021)

Tickets

La Maldita Vanidad Teatro
Carrera 19 N° 45a-17
Bogotá – Colombia
Informes y reservas:
+(57) 3156336006
lamalditavanidadteatro.com
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