Actúan: Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni, Clara Lago, Marcos Mundstock, Nicolás Francella – Música: Emilio Kauderer – Fotografía: Félix Monti – Guión: Juan José Campanella, Darren Kloomok (Historia original: Augusto Giustozzi, José Martínez Suárez) – Dirección: Juan José Campanella
Juan José Campanella propone su versión de Los muchachos de antes no usaban arsénico, obra ya presentada por su maestro, Jose Martínez Suarez en 1976. El cuento de las comadrejas nos muestra a una diva retirada en una casa grande y deteriorada dentro de un valioso predio de 10 hectáreas. Viven con ella, además de su marido paralítico, un director y un guionista de cine ya retirados.
Dos jóvenes llegan a la casa con el fin de convencer a la dueña de vender su propiedad seduciéndola con mentiras y falsas promesas. Se desata una historia que incluye cuentas pendientes, frustraciones, ego, venganza, traición, robo, ambición, engaño, humor y muerte.
En los tres roles principales masculinos, Luis Brandoni, Marcos Mundstock y Oscar Martínez se lucen y fascinan al espectador con su talento, gracia y magnetismo. Graciela Borges “es” el cine argentino, la cámara la ama y tiene momentos sublimes donde despliega su talento actoral y su conocimiento de sí misma. Ella sabe lo que produce desde la pantalla, es su lugar en el mundo.
Nicolás Francella está muy bien, es talentoso y tiene que cuidarse para que no veamos a su padre en demasiadas miradas, tono de voz o gestos. La española Clara Lago mejora a medida que avanza la historia, es una especie de Sandra Bullock latina que actoralmente resulta la menos interesante. Dicho esto, cabe agregar que la película es demasiado larga y hay cierto desorden en la conducción de esta historia que tiene un poco de Sunset Boulevard y una pizca de Terror en el Museo de Cera.
Si bien El cuento de las comadrejas muestra una diva decadente, un poco delirante y con limitados recursos económicos, no hay razón para afearla con un vestuario en su mayoría disparatado, sumado a una peluca que solo usaría una mujer completamente desquiciada… una Baby Jane Hudson, por ejemplo.
Los hombres, en cambio, están excelentemente vestidos. Son señores que deliran un poco pero están muy bien de la cabeza, al punto de mantener un ritmo muy fuerte en sus diálogos, con divertidas respuestas, ácidas, punzantes y hasta hirientes. No son viejos gagá ni nada que se le parezca, la prueba está en que desarrollan un sofisticado plan para defenderse.
La pulsera, elemento importante de la historia, tiene problemas de diseño. Si esas enormes piedras verdes simulan ser esmeraldas verdaderas, entonces valen más que la casa y las 10 hectáreas que la rodean. Quizás faltó asesorarse con un joyero para realizar una pieza creíble.
Vale la pena ver esta entretenida película del cine argentino, por las excelentes actuaciones de sus protagonistas principales. Martín Roig
Estrenó el 16 de mayo de 2019