De la mañana a la medianoche – Actúan: Valeria Azul Baranchuk, Pablo Faletti, Pablo Fortunato, Rodrigo González Heiland, Mavi Massa, Rocio Olaya Bolaños, Julio Pallero, Leonardo Sandoval, Jorge Schwanek, Luisina Spenza, Fabio Taphanel – Vestuario: Mirta Palacio – Iluminación: Betina Robles – Autor: Georg Kaiser – Director: Diego Cosin
Imagine el lector de estas líneas un viaje en el tiempo y el espacio. Trasladémonos a Alemania, a las primeras décadas del siglo XX, en los años que preceden a la Primera Guerra Mundial. En el terreno del arte, en el cual pronto germinarán de manera furiosa las vanguardias, se impone el expresionismo germano, que entre otras cosas pretende reflejar la acentuación de las diferencias sociales, en un crítico contraste con los ideales de progreso, supremacía e individualidad, propios de la modernidad en general y del ideario teutón en particular.
Se ha dicho que este expresionismo se guiará por una búsqueda de la esencia de las cosas, desconfiando de las apariencias y concentrando la atención en mostrar aquello que a simple vista no es visible. Prevalece así la expresión subjetiva sobre la representación objetiva de la realidad.
En este marco es notoria cierta anormalidad escenográfica, realzada con una iluminación compleja y un maquillaje dramático, que denota al mismo tiempo una naturaleza fantástica y a la vez primaria de los personajes, extraídos de la vida real, inmersos en espacios claustrofóbicos. La extrema simplicidad argumental contribuye a crear una atmósfera cerrada y opresiva, que por momentos aturde, mientras deja de lado cualquier literalidad posible.
El empleado de un banco roba una importante suma de dinero. Su objetivo, sin embargo, no es atesorar riqueza, sino experimentar el acto rebelde de dilapidarla, sin sentido ni medida. Evidentemente el objetivo de De la mañana a la medianoche está atravesado por una densa crítica social, lindante con un ideario anarquista. La referida crítica es en cierto modo compleja, porque su interpretación no es clara ni definitiva, y exige un cierre de sentido que en todo caso quedará a cargo de cada espectador.
No es casual que la fuga de este hombre -que más que escapar de las autoridades parece buscar fugarse de sí mismo- finalice, después de un sinnúmero de escenas que lindan con lo grotesco, atravesado por familias disfuncionales, carreras de bicicletas, monarcas y prostitutas, en una especie de secta psiquiátrica, intentando curar su alma.
Friedrich Carl Georg Kaiser, el autor de De la mañana a la medianoche, nació en Magdeburgo en 1878 y creció en un país marcado por el contraste entre la opulencia de la Belle Époque, las reivindicaciones obreras y una tensa paz armada que finalmente desembocaría en la Primera Guerra Mundial.
Fue admirado por Bertolt Brecht, cuyas obras Kaiser preanunció con su vanguardismo crítico. No es de extrañar que cuando los nazis llegaron al poder en la década de 1930 la obra de Kaiser fuese censurada y rotulada como arte degenerado. Para evitar un peor destino, el dramaturgo decidió escapar de Alemania, y vivió durante varios años en Argentina.
Escribía Vassily Kandisky, en su libro De lo espiritual en el arte, que no es posible recrear una estética de otro tiempo de manera extemporánea. Porque más allá de las estéticas, la sensibilidad de una época no puede ser trasladada a otra. Diego Cosin desafía esta advertencia y desarrolla una puesta que recrea dimensiones que a Kaiser le hubiesen resultado familiares.
Con doce actores en escena que interpretan distintos personajes (únicamente el protagonista central mantiene todo el tiempo su rol) y también música en vivo, no parece temerle al grotesco, ni a dejar en el espectador la sensación de haber presenciado una especie de sueño o de pesadilla. En tanto el público acepte entrar en el juego de viajar a la época de oro del expresionismo germano, seguramente no habrá nada que reprochar. Germán A. Serain
Se dio hasta fin 2019
Teatro Payró
San Martin 766, CABA
(011) 4312-592
teatropayro.com.ar
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