Ganadora de reconocimientos y premios internacionales, todavía poco conocida en estas tierras, la mezzo soprano Christianne Stotijn brindó un concierto en cuya primera parte tuvo momentos de sensibilidad, refinamiento y delicadeza, mientras que en la segunda decreció notablemente. Fue acompañada por el polaco Maciej Pikulski, un pianista con mayúsculas, cuya interpretación impecable, con un sonido limpio y cristalino, alcanzó per se ribetes protagónicos. Con una técnica sólida y maravillosos recursos expresivos, acompañó a la cantante de forma sublime, logrando momentos exquisitos, sobre todo en sus pianissimi.
El programa elegido fue muy interesante e inusual, con canciones de Piotr Ilich Tchaikovski, Richard Strauss, Gustav Mahler y William Bolcom. Refinadas y delicadas fueron las Romanzas para voz y piano de Tchaikovski, donde Christianne Stotijn logró agudos sutilmente delicados y graves potentes, aunque por momentos su vibrato fue un poco desmesurado. En los Lieder de Strauss alcanzó su mayor plenitud vocal y conmovió con buena expresión y emisión vocal, en notable unión con el aporte de Maciej Pikulski.
Luego del entreacto, escuchamos una selección de Des knaben wunderhorn de Gustav Mahler. Desde los primeros sones fue notable en la cantante una cierta incomodidad vocal y, por ende, no se la vió tan compenetrada como en la primera parte. Asimismo, la elección de las Canciones de cabaret de William Bolcom para el cierre podrían haber sido llamativas y alegres. Si bien las interpretó correctamente, no llegaron a convencer, dado que se trata de un estilo musical distante al adecuado para su voz y presencia. Martín Leopoldo Díaz
Fue el 18 de agosto de 2015
Teatro Colón
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