Un gran inicio de temporada tuvo el Mozarteum Argentino en el Teatro Colón, con la presentación de la Camerata Salzburg, agrupación fundada en 1952 por integrantes del Mozarteum de dicha ciudad, lo cual supone una línea de parentesco con la institución organizadora. Ya desde el inicio de la función ofrecida para el primer ciclo quedó en claro que la clave del concierto sería la sutileza: con una sala envuelta en una luz extremadamente tenue, prácticamente a oscuras, el concierto comenzó con una obra contemporánea: la versión para cuerdas y percusión de Fratres, del compositor estonio Arvo Pârt, con su equilibrado y mágico crescendo y posterior diminuendo. Por cierto, jamás un sencillo toc toc de madera resonó tanto en la sala del Colón, ni un silencio fue tan tangible al terminar una obra.
Luego vendría la invitada especial de la noche: el regreso de la mezzosoprano argentina Bernarda Fink al escenario del Teatro Colón era una deuda que estaba pendiente desde 2010. Dueña de una voz clara y sumamente agradable, con una emisión sonora y precisa, la cantante se lució en la primera parte con las preciosas Canciones bíblicas Op. 99 de Antonin Dvorák, originales para canto y piano, que fueron presentadas aquí en su versión para orquesta de cuerdas, conservando el espíritu musicalmente moderado del original, lo que permitió apreciar en todo su esplendor la línea de canto.
La segunda parte del concierto, no menos preciosista, comenzó con otra obra de corte religioso, aunque en este caso del tiempo barroco: el aria Dormid ahora, cansados ojos, del gran Johann Sebastian Bach, tras lo cual se despidió Fink, quien en nuestra opinión hubiese merecido un aplauso bastante más fervoroso. Es que lamentablemente -debemos reconocerlo- los programas efectistas suelen tener mayor impacto en el público que aquellos otros basados en una delicadeza más filigranada, como el que aquí se presentó.
Finalmente, la función se completó con la Sinfonía Nº 3 de Franz Schubert, una obra que, como bien señala el siempre ilustrativo programa de mano firmado por Claudia Guzmán, se caracteriza una vez más por la mesura y la austeridad de medios sonoros, lo cual fue respetado por la impecable orquesta. Dato curioso, algún comentarista señaló como un defecto el ánimo contenido de la camerata salzburguesa; a nuestro entender allí se ubicó precisamente su mayor virtud, en vista de la particularidad del programa escogido. Germán A. Serain
Fue el 16 de abril de 2018
Teatro Colón
Libertad 621 – Cap.
(011) 4378-7100
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