EL ASCENSO, libertad expresiva

Cuerpos en movimiento impactados por luz y sonido

EL ASCENSO - www.martinwullich.com
Bailarines: Benjamín Aseretto, Juan Barboza Sanabria, Sebastián Gabriel Bustos, Leonel Cirelli, Aquino Nadir Derkach, Rodrigo Fredes, Cristian González, Bruno Quiñonez, Felipe Ruiz Gamboa, Santiago Vercelli Sacaba, Rodrigo San Sebastián, Nahuel Sudrot – Instrumentistas: Gerardo Gabriel Garvizú, María Fernanda González, Lucas Nahuel Velásquez, Eloy Vicario Malich –  Coreografía: los bailarines y Luis Garay – Música original: Ismael Pinkler – Dirección de Arte: Vanina Scolavino – Dirección General: Luis Garay

Está muy bien que El ascenso se haya exhibido en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC) pues en realidad es una experiencia, un experimento, más que un espectáculo en si mismo. Y es curioso que deba descenderse a las entrañas del Colón para ver lo que el título indica. Sin embargo, el juego de palabras tiene una lógica. Once jovencísimos aspirantes a bailarines profesionales -del Instituto Superior de Arte- buscan ascender al magnífico escenario superior por donde han pasado estrellas de la danza local e internacional. Por eso se los ve trabajando arduamente, elongando y generando movimientos que parecen imposibles para quien no se dedique a expresar con su cuerpo.

El amplio lugar, apenas iluminado con efectos láser y algo de escenográfica niebla, recibe a los espectadores. No hay indicación alguna, se puede caminar, permanecer quieto, sentarse, avanzar, retroceder o –porqué no- imitar a los danzarines en su ímprobo esfuerzo. En una sala aparece una figura iluminada cenitalmente tocando un timbal. Se oyen cuerdas frotadas provenientes de otra. A la manera de un museo vivo, uno puede acercarse a centímetros de ellos, oír su respiración, sentir la energía y el esfuerzo por el logro de la perfección. De pronto se descorren cortinas que muestran otra gran sala con un piano de cola que suena interpretado por alguien envuelto en una negra túnica. Algunos entran, otros miran desde aberturas a la manera de palcos. Varios bailarines se entremezclan, la escena es onírica.

Al director y coreógrafo Luis Garay le gusta experimentar, jugar con puestas inusuales, trabajar con tiempos y movimientos sin apuro. Lo hace apoyado en una música electrónica, propicia para libres coreografías y climas obscuros y misteriosos. Ha gestado una propuesta breve y muy estética. Y seguramente nos puso en contacto con una futura étoile. Porque es muy probable que algunos asciendan. Martin Wullich

Fue el 23 de octubre de 2015
Teatro Colón – CETC
Libertad 651 – Cap.
(011) 4378-7109

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