En crudo – Texto y Actuaciones: Mariela Asensio y José María Muscari – Dramaturgia y Dirección: Mariela Asensio
José María Muscari vuelve a sus andadas del 2008. Con variantes en el escenario, modificaciones de algunas escenas y agregado o supresión de otras, la base de En crudo es la misma de aquel Crudo que presentó en No Avestruz. Obviamente sigue hablando de sí mismo, agregando su curriculum televisivo y la dirección de artistas más célebres que en su época del off, pero Muscari es Muscari, por si no queda claro con la presentación que hace al comenzar.
Es tan natural, accesible, sincero y auténtico, que se torna querible, como un amigo que nada esconde, a quien se le conocen virtudes y defectos. Por eso asegura “me encanta actuar esta obra tan personal y simple, tan expuesta y sincera”. Mariela Asensio lo dirige, lo acompaña, lo reta, le hace ver lo que él no quiere, lo vitupera. Y lo que no le dice de frente, lo escribe en una computadora para que el público se entere de que Muscari no tiene pareja hace años y le cuesta ilusionarse.
Muscari no sólo pasa mensajes y chatea durante el show, también muestra su miembro a través de una foto publicada en un sitio gay, mientras asegura que se deprime los domingos a la noche. Aparece con jeans brillantes, ropa deportiva, ajustados minishorts de strass, un saquito blanco tejido con pantuflas haciendo juego o simplemente un slip. Cocina y devora una omelette en escena.
Mientras el olor a frito invade la sala, llama a su madre –a quien declara su amor- poniendo el alta voz del celular para que todos escuchen. Entre tanto pasan las imágenes de su vida: el nacimiento de Josecito… Josecito va al jardín… luego a la primaria… Josecito y las celebrities… mientras él pedalea su bicicleta fija al compás de Kate Nash, Rihanna, o Beyoncé -a quien trata de prostituta- mientras Mariela Asensio baila frenéticamente.
Cada función de En crudo tiene un músico invitado diferente, como Paloma del Cerro, que cantó con su afinada y particular voz, descalza sobre el escenario y encantadoramente auténtica. Muscari afirma tener una relación adictiva y dependiente con las redes sociales pero es capaz de llamar al técnico en computación pues no sabe subir el volumen de la compu. Asensio le dice que no se haga el gracioso, que no es stand up… y le hace ver la realidad incluso enfrentándolo con quien podría ser el amor de su vida. Se pasa denostándolo, aunque él reconoce sus fracasos iniciales.
José María Muscari no para de hablar de sexo, pero hacia el final del espectáculo se enternece y afirma que lo único que quiere es amor. Y se sincera: “el dolor adquiere formas muy diversas”. Asegura haber contado cosas personalísimas al público. Seguramente es así. Martin Wullich
Se dio hasta 2013
Teatro La Comedia
(la sala cerró sus puertas en 2020)
Estaba en Rodríguez Peña 1062 – Cap.
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