Un completo desconocido (A complete unknown, Estados Unidos, 141 minutos) – Género: drama, biográfico – Elenco: Timothée Chalamet, Edward Norton, Elle Fanning y Mónica Barbaro – Música: canciones de Bob Dylan – Fotografía: Phedon Papamichael – Guion: Jay Cocks y James Mangold – Dirección: James Mangold
Un completo desconocido es una propuesta cinematográfica del director James Mangold. Con su experiencia en biografías musicales, nos ofrece una visión particular del ascenso a la fama de Bob Dylan en los años 60. La película explora los primeros años de la carrera del cantautor, su consagración y las complejas relaciones con distintas parejas y colegas dentro del mundo de la música folk a raíz de sus ideas innovadoras.
El sorprendente elenco es uno de los puntos fuertes, con figuras actorales sumamente reconocidas. En el papel protagónico, a pesar de que Timothée Chalamet ofrece una actuación por momentos destemplada, logra capturar la esencia solitaria y enigmática de Dylan. No obstante, la película se centra específicamente en mostrar a Bob como un genio incomprendido y ocupa menos tiempo en los aspectos más humanos o activistas de su vida, lo que podría haber enriquecido sin dudas el carácter del personaje. Dylan es presentado como un hombre absorbido por la frustración y al mismo tiempo por la fama y las tensiones de la industria musical.
La película también retrata la relación del artista con sus parejas amorosas como Joan Baez, interpretada por Mónica Barbaro, y Sylvie Russo, encarnada por Elle Fanning. Los personajes femeninos se muestran como figuras secundarias que acompañan la carrera del protagonista sin profundizar sus ambiciones y vulnerabilidades. Si bien el film intenta reflejar la complejidad de las relaciones de Dylan, las mujeres en la historia de Un completo desconocido no reciben la atención que su rol dentro de la vida y la carrera del cantante merecerían. Edward Norton sobresale al apostar por una actuación más emocional que contrasta con el protagonista, al aportar una energía más cálida y humana que se contrapone con la frialdad de Chalamet. Su presencia genera un ríspido diálogo sobre las diferentes visiones dentro del mundo de la música folk y las tensiones entre tradición e innovación.
Dos grandes conflictos interrelacionados ocupan un lugar central en la realización. Por un lado, la lucha interna de Dylan con la fama y el vacío que le provoca; por otro, la controversia que tiene con las personas que lo rodean a partir de la nueva identidad musical que él propone. Este último aspecto, vinculado con la transición de la música folk tradicional a un sonido más eléctrico, se nos presenta como una disyuntiva secundaria que, debido a una lenta ejecución y a la falta de desarrollo del conflicto principal, se convierte en un núcleo temático sumamente interesante tal vez al margen de la propia intención del director. Por momentos, la prevalencia de vastas secuencias sonoras hace que la película se sienta más como un musical que como una biografía. Estos momentos, a pesar de ser impresionantes y estar cargados de energía, podrían haberse utilizado de forma estratégica para profundizar el desarrollo de la trama.
James Mangold, quien ya ha realizado propuestas de este tipo con Walk the line, formula una propuesta bien ejecutada, pero poco novedosa. En el balance, Un completo desconocido es una película visualmente cautivante con actuaciones sólidas que crea una atmósfera interesante, pero no trasciende las convenciones del género biográfico. Victoria Varacalli
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