STICKMEN, laboratorio progresivo

El trío liderado por Tony Levin volvió a dictar cátedra sobre rock de vanguardia

Stickmen en Argentina HD - Larku0027s tongues in Aspic - ND Ateneo - 29/05/2015

No hay muchos músicos que puedan presentar credenciales tan prestigiosas como las de Tony Levin: tocó con Peter Gabriel, David Gilmour, John Lennon, Yes, Pink Floyd, Paul Simon, Gary Burton, James Taylor, Carly Simon, Peter Frampton… Y muy especialmente tiene en su haber el mérito de haber sido el bajista, durante casi dos décadas, de King Crimson. También pasó por las filas de este último grupo el baterista Pat Mastelotto, en tanto Markus Reuter, guitarrista alemán, diseñador de instrumentos, completa el trío. Ellos son los Stickmen, y nos demuestran que el experimentalismo musical no es patrimonio exclusivo de la vanguardia académica, ni se extinguió en el glorioso pasado del rock sicodélico y sinfónico de los años sesenta y setenta.

En 2007, Levin grabó un disco solista utilizando un instrumento llamado Chapman Stick. Desarrollado por el californiano Emmett Chapman a principios de la década de 1970, es una especie de guitarra eléctrica de doce cuerdas, o más bien una mezcla entre bajo y guitarra, que se ejecuta mediante la técnica de tapping, vale decir presionando las cuerdas sobre el diapasón con ambas manos en lugar de ser pulsadas. Esto permite tocar múltiples notas, al margen de la distancia tonal, con lo cual el instrumentista puede además ejecutar bajos, acordes y melodías de manera simultánea. Ese fue el comienzo de este trío.

Herederos directos de King Crimson, los integrantes de Stickmen desarrollan una interesante exploración tanto en las técnicas de ejecución de sus instrumentos como en la búsqueda de nuevos sonidos. Asiduo visitante de nuestro país, Levin fue un amable anfitrión: tuvo la deferencia de hablar y hasta cantar en castellano, un gesto definitivamente simpático, incluso cuando mucho no se le haya entendido. Después del show, los músicos conversaron con el público mano a mano y firmaron ejemplares de sus discos en el hall de entrada del teatro. En cuanto a la música, hubo temas de King Crimson, de Robert Fripp solista (Breathless), piezas propias del grupo y también improvisaciones, y hasta un intento de suite con fragmentos de El pájaro de fuego de Igor Stravinsky que, si bien de Stravinsky tuvo poco, reveló el espíritu de la búsqueda musical del trío.

Talentosos y convocantes, demostraron que todavía hay artistas que toman el riesgo de salirse de los modelos comerciales establecidos, y también un público capaz de sostener una propuesta musical que va más allá de los cuatro acordes fáciles, las melodías ramplonas y el ritmo simple y repetido por gran parte de las bandas contemporáneas, que garantizan así el éxito de una canción de moda, pero también su eventual intrascendencia. Stickmen plantea en cambio una música exigente, novedosa y bien elaborada, que confirma la vigencia de la vanguardia en el marco del rock contemporáneo.

Tal vez la única crítica sea para el sonido de la sala, un defecto que a estas alturas parece ser una constante en el ND Ateneo. Cuesta entender que más fuerte no siempre es mejor. Muchas veces un mayor volumen deriva en saturación sonora y, a partir de ese punto, ya no es posible apreciar las sutilezas de la propuesta artística, además de lastimar –literalmente– el oído del público. Es algo absolutamente inaceptable, si de música se trata. Germán A. Serain

Fue el 29 de mayo de 2015
ND Ateneo
Paraguay 918 – Cap.
(011) 4328-2888

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta