Si en el segundo subsuelo de un museo, rodeados de interesantes obras pictóricas, se aúnan un diseñador de eventos y un joven y talentoso percusionista, pareciera tratarse de percepciones contrapuestas. Si a esta fusión se le suma un programa musical que abarca desde Johann Sebastian Bach hasta Jimmy Dorsey, el eclecticismo es absoluto. Así se pudo disfrutar de Roig y Waisbein en el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires).
Al bajar a la sala, en penumbras, ya se percibe una impronta escénica: tanto por la disposición de los instrumentos —en el centro del amplio salón— como por la iluminación. El creador de esta puesta es Martín Roig, nombre no tan vinculado a presentaciones musicales, que se revela como excelente intérprete de piano. Iniciado en los estudios a los seis años, dio sus primeros conciertos en plena adolescencia, con apenas diecisiete. Alumno de Antonio De Raco, Roig combina su talento pianístico con su experiencia en ambientación, convirtiéndose en gestor de experiencias musicales innovadoras.
Uno de sus formatos son los Conciertos R, y otro los Tiny Bookcase Concerts (TBC), proyecto de diez microconciertos anuales. Fuera del circuito tradicional, sostenidos gracias a donantes particulares que aman la música, allí se presentan tanto artistas renombrados, nacionales e internacionales, como jóvenes intérpretes de gran proyección. Cabe destacar que Conciertos R transita ya su quinta temporada. La dirección general está a cargo de Martín Roig; la dirección artística es de la prestigiosa pianista y pedagoga Fernanda Morello y acompañados en las presentaciones y comentarios en vivo cuentan con el acompañamiento del locutor, periodista y crítico Martin Wullich.
Con el nombre de Roig y Waisbein, el recital se estructuró en tres partes. En la primera, a solo piano, Martín Roig interpretó el Preludio en Do Mayor de J. S. Bach, seguido inmediatamente del primer número de la suite Children’s Corner de Claude Debussy: Doctor Gradus ad Parnassum. Si bien el título alude al tratado de Johann Joseph Fux (1725), obra utilizada durante siglos en la enseñanza académica, Debussy toma esa referencia como excusa para transformarla en una pieza brillante. Roig, sin partitura, “cantando” las notas, convirtió el ejercicio repetitivo incorporándole una expresión juguetona, respetando los acordes arpegiados y figuras distintivas del refinamiento armónico impresionista.
Prosiguió con dos sonatas de Domenico Scarlatti —K159 en La mayor y K322 en Do mayor—, para finalizar con el Pequeño Preludio en do menor BWV 999, digno ejemplo del estilo barroco, seguido por el célebre Solfeggietto en Do menor (1766) de Carl Philipp Emanuel Bach, pieza clave en la transición del barroco al clasicismo por su expresividad y repentinos contrastes.
La segunda parte del Concierto estuvo a cargo del joven compositor, vibrafonista, baterista y percusionista Gabriel Waisbein, nacido en 1996 y formado con destacados profesores como María del Carmen Aguilar, Gustavo Pires, Gabriel Spiller y Carto Brandán. Waisbein dirige proyectos propios y ha compuesto música para teatro y cortometrajes, varios de ellos seleccionados en competencias internacionales. De su autoría se escucharon Elipses, Escritura Automática y Juego de Sombras, cada una enfocada en distintos parámetros de la creación musical. Luego presentó una versión de Por seguir del recordado compositor argentino Raúl Carnota. Finalmente, sorprendió con el Nocturno Op. 9 N° 2 de Frederic Chopin, en una impensada y lograda versión para vibráfono, impecablemente ejecutada.
En la tercera parte, ya juntos, Martín y Gabriel tocaron seis de las Children Songs de Chick Corea. Obra de 1983, presenta piezas de melodías sencillas. El propio Corea señaló en el prefacio de la primera edición que su objetivo era «transmitir la simplicidad como belleza, tal como se representa en el espíritu de un niño». Como bis, el dúo nos ofreció un trabajo sobre el Solfeggietto de C. P. E. Bach, en una reversión de Waisbein, fusionado con un conocido boogie-woogie, clásico del swing de la primera mitad del siglo pasado.
Finalizado el concierto, Martín Roig agradeció con cálidas palabras al gestor y director del MACBA, Aldo Rubino, a sus colaboradores y, muy especialmente, al público presente que le dio un matiz tan especial a lo vivido. Ignacio Vijnovich
Fue el 26 de agosto de 2025
MACBA
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Sitio Web del Macba
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