Mi querido señor Mozart – Actúan: Fernanda Morello y Marcos Montes – Músicos: Cuarteto de vientos, Cuarteto Delta – Vestuario: Stella Maris Müller – Iluminación: Ana Roy – Piano y Dirección musical: Fernanda Morello – Dramaturgia y Dirección: José Militano
No se trata de un melodrama schumanniano o lisztiano, género ideado por Jean-Jacques Rousseau, que integra la declamación de un relato paralela a una composición musical que enfatiza el desarrollo de la acción. Tampoco es una obra teatral. Podríamos decir que Mi querido señor Mozart “sinfonía concertante para orquesta, piano y actor” inaugura un nuevo género músico-teatral, la biofantasy.
La frondosa imaginación de los multifacéticos alquimistas Fernanda Morello, Marcos Montes y José Militano logró una creación a partir de visiones imaginarias de la relación entre Wolfgang Amadeus Mozart (que se había casado con Constanze Weber en 1781) y su alumna de piano y composición de 19 años, la talentosa Maria Anna Barbara Ployer (Babette), que en 1784 estrenó los Conciertos Nos. 14 y 17, compuestos para ella. Como dato anecdótico, se encontró un cuaderno en el cual Mozart había anotado ejercicios de contrapunto y armonía para su discípula. Ese mismo año Mozart había comprado un ave -un estornino– a la que le enseñó una melodía que coincide con el tercer movimiento del Concierto Nº 17 K.453. El ave, sin vida, símbolo de la libertad que anhelaba Mozart, ocupa el centro de la escena.
Todos estos elementos han sido conjugados para Mi querido señor Mozart, creación de una de las más originales experiencias que se han visto sobre las tablas. Impecable en estilo y buen gusto mozartiano, la recreación que Fernanda Morello hizo del mencionado concierto es capaz de dar unidad a la obra a pesar de no presentarse los tres movimientos en forma continua. Un toque de humor lo constituyó la ingeniosa cadencia del tercer movimiento, en la que recurre a los estilos más diversos.
La obra, escrita para flauta, dos oboes, dos fagotes, dos trompas, violines, violas, cellos y contrabajo fue inteligentemente transcripta para octeto de cuerdas y vientos. El sobresaliente desempeño de cada músico dio como resultado una bella obra de cámara. Un aplauso aparte por el debut actoral de Fernanda Morello. No debe haber sido fácil para Marcos Montes crear un Mozart imaginario, tan opuesto al antecedente semi caricaturizado del ficticio Mozart en Amadeus del británico Peter Shaffer, víctima de los utópicos ataques de un celoso rival. Marcos logró crear un Mozart afectuoso, sensible a la belleza, gozoso de la vida, pleno de matices hasta el más mínimo detalle.
La creación dramática y la dirección escénica de José Militano, que con pocos elementos hizo lo que vemos como perfecta representación de época, es otro de sus aciertos. En resumen: esta biofantasy surgida de una idea embrionariamente brillante de Fernanda Morello dio sus frutos en forma excepcional gracias al trabajo en común y la colaboración de un dúctil actor, un polifacético director, ocho músicos excelentes y un equipo extraordinario y eficaz en cada uno de los rubros. Estela Telerman
Se dio hasta fin de abril 2024
Teatro Picadero
Pasaje Santos Discépolo 1857 – Cap.
(11) 5199-5793
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