Con el Maestro Marcelo Rodríguez Scilla -piano, arreglos y dirección de la Camerata Porteña- hemos conversado acerca de la renovación del tango, del tango de vanguardia, de su recepción en otros países y lo que ha dicho la prensa internacional. Los miembros tienen una armónica relación que se traduce en 38 años de trabajo en la que gran parte de ellos están desde el inicio. Y por supuesto hablamos del gran Astor Piazzolla que los lleva a realizar este concierto El ángel vive. La fuerza expresiva de la música de Piazzolla es realzada por los arreglos que realiza el conjunto al mismo tiempo que presentan composiciones propias.
¿Cómo fue consolidada la orquesta? La Camerata Porteña se creó en 1986. La creé yo a instancias de Astor Piazzolla y con la colaboración de quien fue su manager, Atilio Talín y luego manager de la Camerata Porteña durante quince años. Desde ese momento -marzo de 1986- hemos tenido una actividad ininterrumpida hasta la actualidad.
¿Llegaron a interactuar con el maestro Piazzolla? Sí, claramente. Lo conocí a Piazzolla cuando tenía 16 años. Yo ya estaba terminando el Conservatorio Nacional en mis carreras de grado, que eran Guitarra y Canto y luego hice los postgrados en Dirección Orquestal, y yo les llevé mis composiciones a Piazzolla, se las dejé y luego me quisieron conocer; así fue que, sorprendidos de que yo era un adolescente, empecé mi relación con Piazzolla y a partir de ese momento comencé a orquestar sus obras para orquestas sinfónicas, con las cuales yo ya estaba relacionado por mi tarea académica y por cosas que Piazzolla quería enviar para el mundo. Luego surge la posibilidad -a instancias de Piazzolla que quería que yo creara mi propia orquesta- de crear la Camerata Porteña. Así que sí, tuvimos una relación muy directa durante muchísimos años, además yo trabajé durante varios años en el equipo de sonido que hacía sus conciertos aquí en Buenos Aires, junto a Carlos Melero.
¿Se dedican a la renovación del tango contemporáneo? Sí, claramente , porque no solamente interpretamos la obra de Piazzolla y especialmente obras que el mismo Piazzolla no tocaba en vivo, como todas aquellas que él compuso en la década del ´70, principios del ´70, ´71 y ´72, para sus álbumes Música Contemporánea de la Ciudad de Buenos Aires, así que nosotros nos ocupamos de rescatar esas obras: Onda 9, Fuga 9, Preludio 9, Oda para un hippie, las hemos llevado por los grandes teatros del mundo y lo seguimos haciendo. Desde el inicio la Camerata Porteña se dedicó a interpretar obras nuevas, obras mías, que es el principal legado que nos dejó Astor: el de seguir progresando, el de seguir haciendo cosas para poder seguir evolucionando. De hecho lo hacemos, en todos los conciertos siempre un treinta y cinco, cuarenta por ciento de las obras son de mi composición.
Hoy interpretan repertorio propio y repertorio de Piazzolla, ¿les han hecho arreglos a los originales? Sí, jamás interpretamos una obra de Piazzolla como la tocaba Piazzolla por dos razones, primero porque nosotros creamos un estilo propio de la Camerata que es una orquesta con una sonoridad mucho más amplia de la que utilizaba Piazzolla para sus interpretaciones; y los arreglos, que los hago yo, yo mismo lo hablaba con Piazzolla, siempre me dio la sensación a mí que su música necesitaba una amplitud contrapuntística y armónica diferente a la que él le daba con el quinteto. Con el quinteto de cuerdas que yo tengo, además de los demás instrumentos -el bandoneón, el piano, el saxo, la guitarra- yo puedo permitirme esa ampliación sonora, contrapuntística y armónica, y por eso son todos arreglos originales.
Han hecho varias giras por Latinoamérica y otras partes del mundo, ¿cómo se recibe en aquellos países? Muy bien, nosotros llevamos treinta años haciendo giras por América, por Europa, por Australia, próximamente estaremos en Asia. En todos los países que recorremos -de México a Chile, de Australia a Suecia- siempre prevalece la emotividad que transmite esta música. Como nos presentamos en teatros de concierto donde habitualmente se toca música académica, en el Sydney Opera House en Australia, en el Tchaikovsky de Moscú, en las salas de concierto del Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, en el Teatro Colón de Bogotá, en fin, el desafío siempre es muy importante.
¿Consideran que tienen composiciones de vanguardia? Nosotros tenemos la oportunidad de mostrar nuestra obras y siempre hemos tenido la suerte que al público le ha gustado mucho nuestra música. Creo que cuando uno se enfrenta con el antecedente de venir precedido de un compositor de tanta magnitud y de tanto cambio como estableció Piazzolla, el desafío es tremendo para tomar de él lo imprescindible, los cambios que él introdujo, absolutamente renovadores y necesarios, como lo han sido los de Bach en su momento, los de Mozart, los de Beethoven, los de Debussy, los de Chopin… en fin, cada uno estableciendo hitos diferentes en la historia de la música. Piazzolla establece eso, por lo tanto hay que tomar las cosas que son absolutamente necesarias de su música y luego diferenciarse completamente en el estilo melódico, en las armonías aplicadas, en las formas rítmicas nuevas que uno puede crear. Los invito a que escuchen en nuestro Canal las obras nuestras, como Preludio en la noche, Nuevamente, Mirada ausente, Agitación, la Suite de El Ángel Vive, para ver qué les parece a ustedes.
La prensa internacional ha dicho que son los auténticos herederos de Piazzolla, ¿consideran que es verdad? Es una pregunta difícil de responder. Es verdad que en distintas latitudes del mundo y sin ninguna relación entre sí, la prensa ha titulado eso: en Uruguay, en Suecia, en Turquía, en Australia… es muy curioso utilizar ese mismo título poniéndonos como los herederos de Piazzolla; lo cual en un sentido es cierto porque nosotros hemos contribuido desde un pequeño lugar a preservar su estilo.
¿Cómo es la relación entre los miembros de la orquesta? Excelente. Si no, no podríamos haber estado durante treinta y ocho años juntos. Los miembros de la Camerata Porteña además pertenecen o participan en la Orquesta Sinfónica Nacional, en la Filarmónica de Buenos Aires o en la Orquesta Estable del Teatro Colón. Somos todos muy conocidos desde hace muchos años, además de la tarea que tenemos en la Camerata Porteña. Así que es una gran alegría.
¿Qué expectativas tienen del concierto del 23/11? Para nosotros siempre el próximo concierto, sea en el teatro más grande del mundo o en un pequeño escenario, es el más importante. Cada vez que subimos al escenario lo hacemos con el compromiso de entregar lo mejor de nuestro corazón y de nuestra alma, porque creemos que esta música si tiene una característica específica y fundamental es darle a la gente una alegría en el corazón. Entonces cuidamos mucho la parte técnica, el sonido de la orquesta, las obras que elegimos. Pero fundamentalmente damos lo mejor de nosotros y la entrega es total. Los esperamos a todos para que puedan disfrutar de la obra maravillosa de Piazzolla en el estilo de la Camerata Porteña.
Única función
Fue el 23 de noviembre 2024
Caras y Caretas 2037
Sarmiento 2037 – Cap.
Sitio Web Camerata Porteña
N. de la R.: Lamentamos el fallecimiento de Mario Kyrkiris, violonchelista de la Camerata Porteña, días antes del espectáculo.
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