Lee Konitz, uno de los saxofonistas más influyentes del mundo del jazz, falleció este 15 de abril en Greenwich Village, después de un diagnóstico de Covid-19. Tenía 92 años. Había nacido en Chicago en 1927 y su primer instrumento fue un clarinete, que le pidió a sus padres a los once años, fascinado por la música de Benny Goodman y las grandes bandas de jazz que solía escuchar en la radio. Del clarinete pasó al saxo tenor y luego al saxo alto, a medida que avanzaba la era del bebop.
Considerado uno de los impulsores del cool jazz, Lee Konitzfue también protagonista del bebop y de la vanguardia jazzística. A lo largo de su extensa carrera, Konitz llegó a tocar con músicos de una gran variedad de extracciones en lo que a estilos de jazz se refiere, y fue uno de los pocos saxofonistas que resistió la influencia de Charlie Parker en los años cincuenta, a pesar de que dos fueron buenos amigos, aunque la prensa soliese presentarlos como rivales.
Konitz comenzó a tocar profesionalmente en 1946 con Lennie Tristano y más tarde con Gerry Mulligan y Stan Kenton. Su relación con otros colegas lo llevó a participar del icónico álbum Birth of the Cool de Miles Davis, que fue grabado en 1949 y 1950, enfureciendo a varios músicos negros que vieron con malos ojos la inclusión de un solista de raza blanca en el proyecto, pero Davis hizo caso omiso a estas críticas.
Sin embargo, seis décadas más tarde Konitz se desentendería de esta grabación histórica, diciendo que se había tratado nada más que de música escrita con solos incidentales, con poco que ver con lo que él veía como el corazón del jazz: la improvisación. «Improvisador significa imprevisto», señaló alguna vez Konitz. «Y esta es la pregunta que les hago a quienes se dicen improvisadores: ¿cuánto de lo que estás improvisando no está realmente planificado? La idea es que la música esté llena de sorpresas».
Su primer registro discográfico como líder fue en 1949, pero solo en 1961, con el lanzamiento del álbum Motion -una sesión de grabaciones en directo en formato de trío-, con Elvin Jones en la batería y Sonny Dallas en contrabajo. Entonces dejó en claro su personalísimo estilo de combinar la tradición del género a través de los standards con la experimentación propia del free jazz.
Konitz dedicó toda una vida a hacer música siempre renovada y sorprendente. Siguió evolucionando y experimentando hasta último momento, tocando con sus contemporáneos así como con músicos mucho más jóvenes. Y lo hizo incluso a pesar de sus problemas de salud, como puede verse en el primero de los dos conciertos que acompañan estos párrafos, que fue registrado cuando el músico ya tenía 90 años cumplidos.
Como bien señaló algún comentarista, Lee Konitz será recordado como uno de los grandes improvisadores en la música, como alguien que logró navegar en el arte de la improvisación de maneras siempre rigurosas y ajenas a cualquier tipo de preocupaciones comerciales. De hecho Konitz nunca hizo mucho dinero con su carrera. Ni siquiera tenía un manager que manejara sus asuntos. Pero se ganaba la vida tocando jazz, y se sentía especialmente orgulloso de eso.
Además del recital a dúo filmado en agosto de 2017 en el Festival de Jazz de Copenhagen junto con el pianista Dan Tepfer, compartimos un segundo concierto, en formato de cuarteto, registrado en vivo en el Festival Internacional de Jazz de Burghausen, Alemania, en marzo de 2012. Junto a Lee Konitz, están Florian Weber en piano, Jeff Denson en el contrabajo y Ziv Ravitz en la batería. Germán A. Serain
1. Play, Fiddle, Play / Kary’s Trance
2. All The Things You Are / Thinging
3. Alone Together
4. Solar (Solarity)
5. What Is This Thing Called Love / Subconscious-Lee
6. Body & Soul
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