Mufasa: el rey león ( 2024, Estados Unidos, 120 min.) – Género: Animación – Reparto: Aaron Pierre, Kelvin Harrison Jr., Seth Rogen, Billy Eichner, John Kani, Mads Mikkelsen, Tiffany Boone, Donald Glover, Beyoncé – Música: Hans Zimmer, Pharrell Williams, Nicholas Britell – Animación: James Laxton – Guion: Jeff Nathanson – Dirección: Barry Jenkins
En el vasto universo cinematográfico de las franquicias, donde la nostalgia y la innovación parecen ser los pilares fundamentales, Mufasa: el rey león se presenta como un intento ambicioso de expandir el legado de una de las películas más icónicas de Disney. El director Barry Jenkins invita al espectador a explorar los orígenes del patriarca del reino, Mufasa, y a reencontrarse con personajes queridos, aunque no sin ciertas limitaciones narrativas y emocionales.
La trama se centra en la historia de origen de Mufasa, desde su infancia como un cachorro huérfano hasta su ascenso como líder del reino. A través de los ojos de Rafiki, quien narra la leyenda a Kiara, la hija de Simba y Nala, nos sumergimos en un viaje que combina elementos de la segunda y tercera parte de la trilogía original. La inclusión de personajes como Taka (más tarde conocido como Scar) y el grupo de inadaptados, aporta una capa adicional de complejidad, aunque no siempre se explota al máximo.
El uso de flashbacks y la narración de Rafiki crean una estructura narrativa que, en teoría, debería ser rica y multifacética. Sin embargo, la falta de tensión y la sensación de que nada puede sorprender debido a su naturaleza precuela, hacen que la historia pierda parte de su impacto. La relación entre esos dos nuevos amigos, Mufasa y Taka, que podría haber sido un punto central emocionalmente cargado, se desarrolla de manera superficial, lo que resulta en un vínculo que, aunque interesante, no llega a ser profundamente conmovedor.
Visualmente, el resultado final es una auténtica maravilla. La combinación de técnicas cinematográficas de acción real con imágenes fotorrealistas generadas por computadora logra un nivel de detalle y realismo que es impresionante. Los colores vibrantes, las texturas meticulosas y la inclusión del agua, un elemento vital en la narrativa, son de una calidad superior que mejora notablemente la experiencia visual en comparación con su predecesora de 2019.
La banda sonora, sin embargo, es una mezcla desigual. Hans Zimmer, el genio detrás de la música original, regresa con composiciones que, aunque no son tan impactantes como en la primera película, son emotivas y adecuadas al contexto. Las nuevas canciones de Lin-Manuel Miranda complementan la experiencia sonora sin sobresalir.
En el cierre, Mufasa: el rey león deja una sensación de ambivalencia. Por un lado, es una obra técnicamente impecable que expande el universo de la franquicia de una manera respetuosa, incluso innovadora. Pero en su búsqueda de honrar el pasado, olvida que el verdadero rey del cine es la capacidad de emocionar y sorprender al espectador. En ese aspecto, esta precuela-secuela, aunque valiente, no llega a ser coronada. Cristian A. Domínguez
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