La máquina de la alegría – Actúan: Eduardo Calvo y Fernando Migueles – Vestuario: Alfiler de Gancho – Escenografía: Larren Arts – Iluminación: Horacio Chino Novelle – Coreografía: Gabi Goldberg – Autoría: Alfredo Allende y Eduardo Calvo – Dirección: Alfredo Allende
La máquina de la alegría es una mágica historia plena de sutilezas, en donde proliferan el humor y los disparates creados por Eduardo Calvo y Fernando Migueles, tamizados con una cuota de fábula dramática. A manera de una tragicómica road movie, recrean a los personajes que intentarán salvar la vida de un humorista condenado a muerte injustamente. Llega el célebre Rubén Galante, representante de artistas, que rechaza a celebridades al grito de “¡No me llames más!”. Se anuncia el retiro de la escena del Heavy re Jodido, por allí aparecen Richard Clayderman, Nino Bravo, José Narosky, y se asegura que Elvis Presley vive y toma mate en una pieza de la calle Humberto Primo. Ese es el nivel de delirio que, al compás del piano interpretado por Migueles, prevalece en la narración unida por capítulos titulados como Conferencia de Prensa, Avión, Desierto o Casino.
El estilo de humor refinado, que juega con las palabras y el desafío (“Yo si quiero voy al Cerro de los Siete Colores y le saco una foto en blanco y negro”), se mezcla con reflexivos dislates (“Los seres humanos somos casi todos iguales… ¡qué bajón!”) y el uso del idioma inclusivo (chicos, chicas y chicles) en una breve y creativa mascarada de la que no escapan el Juez Griesa, Papillon o Yiya Murano cuando se habla del presidio y de Ale Gría con su imparable irracionalidad.
El superlativo manejo gestual de Calvo encuentra en Migueles un muy atrayente y extrovertido compañero. Las diferentes piezas que componen esta máquina toman temperatura y recorren originales climas, como el desopilante momento del avión, entre los mensajes del comandante y la azafata que ofrece una cena que incluye buseca o niños envueltos. El simple y logrado diseño escenográfico y el extravagante vestuario se completan con la dirección acertada de Alfredo Allende. La máquina de la alegría nos lleva de viaje a imprevistos destinos para reírnos de todo pesar. Martin Wullich
Viernes a las 21
C. C. de la Cooperación
Av. Corrientes 1543 – Cap.
(11) 4194-7044
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