El Mozarteum Argentino sigue de festejo por sus setenta años, y para ello Amalia Pérez y Marcelo Balat dieron un precioso concierto en flauta y piano, respectivamente, con centro en las figuras de Claude Debussy, Sergei Prokofiev y Charles Widor, célebre organista francés, en medio de estos dos compositores. Dos franceses y un ruso para homenajear a un instrumento de viento de sonido aterciopelado, secundado por el siempre fiel piano. La dupla Pérez-Balat, que ya se había presentado el año pasado en el CCK, volvió a subir al escenario, esta vez con una propuesta de tres bloques dedicados a cada uno de los compositores mencionados.
Los Seis epígrafes antiguos de Claude Debussy (1862-1918) tienen por protagonistas al compositor mencionado, a Pierre Louÿs y a Karl Lenski. El segundo fue el responsable de “descubrir” una supuesta colección de poemas de Bilitis, una poetisa contemporánea de Safo. Luego se supo que tanto los poemas como la autora fueron producto de la frondosa imaginación de Louÿs; sin embargo, se gestó una amistad entre este y Debussy, quien le puso música a estos poemas. Décadas más tarde, Karl Lenski transcribió estas piezas para flauta travesera. En toda la obra se adivina un toque de sensualidad y destellos bucólicos, muy bien llevado por Pérez en los seis movimientos: Para invocar a Pan, dios del viento de verano, Para una tumba sin nombre, Para que la noche sea propicia, Para la bailarina con crótalos, Para la egipcia y Para agradecer la lluvia matutina.
La segunda parte del concierto fue dedicado a Charles-Marie Widor (1844-1937), que tenía por especialidad la ejecución del órgano. De hecho, tiene en su haber diez sinfonías para órgano. Sin embargo, dedicó un par de piezas a la flauta travesera. Una de estas es la hermosa Suite para flauta y piano Op. 34 que se escuchó en esta oportunidad. Continuando la veta bucólica manifestada en la obra anterior, el dúo Pérez-Balat volvió a dar muestras de entenderse a la perfección para llevar adelante los cuatro movimientos de la obra.
El último tramo fue para la Sonata para flauta y piano Op. 94 de Sergei Prokofiev, compuesta en 1944, una década antes del fallecimiento del autor de Pedro y el lobo. Más tarde, Prokofiev reconoció que estaba en sus planes escribir música para flauta, un instrumento que él consideraba injustamente poco valorado. Otra vez se evidenció gran lucimiento de la dupla Amalia Pérez y Marcelo Balat, que regaló al público el Nocturno para flauta y piano de la inolvidable Lili Boulanger. Viviana Aubele
Fue el 10 de agosto de 2022
Conciertos del Mediodía
CCK
Sarmiento 151 – Cap.
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Próximo concierto:
Ariel Lanyi, piano
Obras de Haydn, Schumann y Albéniz
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