50 AÑOS DEL SAN MARTÍN

Escenas de los más recordados títulos, interpretadas por notables artistas, en un emotivo homenaje

Emotivo. Así fue el homenaje a los 50 años del San Martín. Sobre todo cuando, después de la extensa muestra realizada ad hoc, saludaron no sólo los artistas que habían participado, sino los técnicos y su director, Kive Staiff, quien dejará su cargo después de 30 años de excelente gestión. Por eso hizo subir al escenario a Osvaldo Bonnet, primer director artístico que tuvo el emblemático teatro.

La idea, con dirección de José María Paolantonio, fue elegir las más significativas escenas de obras representadas, incluyendo piezas del Ballet Contemporáneo y del Grupo de Titiriteros. El teatro mostró sus entrañas, su increíble maquinaria que permite que un escenario se sumerja, otro se deslice lateralmente o gire, mientras un tercero se eleva con una nueva propuesta. En esa desnudez, también se veían los intérpretes entrando o saliendo, mientras se representaba la siguiente escena, quizás con el ánimo de mostrar el backstage, tan de moda en estos tiempos.

En el comienzo, con una silla como toda escenografía, Elizabeth Rodríguez bailó sentidamente Alina, con música del finés Arvo Pärt y coreografía de Mauricio Wainrot, director del estupendo Ballet que cerró también el espectáculo, brindando una estética y enérgica versión de Carmina Burana de Carl Orff. Otro momento gozoso y divertido fue logrado por la troupe de Titiriteros, quienes con variedad de muñecos y marionetas entretuvieron con mucha altura y notable creatividad, a través de El Gran Circo, sin desdeñar un excepcional malambo. Sandra Guida y Alejandra Radano se atrevieron con versiones de Caminito y El choclo en inglés y en japonés. En tanto, Rodolfo Mederos interpretó su bandoneón, logrando el sublime sonido que lo caracteriza.

Luis Brandoni y Horacio Peña hicieron una escena de El enemigo del pueblo, de Ibsen, con fuerza y convicción. Alejandro Awada y Emiliano Dionisi generaron suspenso y candor con El pan de la locura, de Gorostiza. Alicia Berdaxagar conmovió con El reñidero de De Cecco, junto a Sergio Surraco. Hasta aquí el resumen de lo mejor que se presentó esta noche. El resto fue oscilante, con algunos brillos y ciertas opacidades, como el video inicial que aportó muy poco, tres o cuatro escenas –teatrales y musicales- que excedieron el tiempo lógico para una muestra, y muchos actores con los libretos en la mano, algunos esforzando la vista por buscar su línea, como si fuera tan trabajoso memorizar la letra para una escena de 10 minutos.

Así y todo, fue un gran homenaje realizado con los magros recursos económicos actuales del teatro. La tercera es la vencida. El martes 29 de junio es la última oportunidad de acercarse a ver, en un par de horas, una docena de títulos de insignes autores, y un centenar de artistas de múltiples disciplinas –entre los que incluyo los rubros técnicos- que, en un mismo escenario, conmueven con su arte y repasan 50 años de historia. Martin Wullich

Fue el 22 de junio de 2010
Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530 – Cap.

www.teatrosanmartin.com.ar

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