Llegué a Cilantro por una recomendación cuyo origen prefiero olvidar. Comencé con unas chicken wings, que sorprendían en la boca con trozos irreconocibles tapados por copiosa salsa. Después llegaron unos raviolones de verdura, en su punto justo de cocción y con exquisito relleno, sazonados con original crema de especias. Lamentablemente llegaron tibios, y solo comí la mitad hasta que se enfriaron del todo. Pedí que calentaran el resto y volvieron unos 10 minutos más tarde. No sólo eso dejó mucho que desear. También debí pedir que trajeran servilletas pues no estaban en la mesa. Cuando las trajeron estaban húmedas, como si no hubieran tenido tiempo de secarlas y plancharlas después del lavado.
Como aperitivo pedí una caipiroska, que llegó aguada y sin gracia, repleta de hielo molido y encima preparada con limón en vez de lima. Exactamente lo mismo ocurrió con la caipirinha de mi acompañante, quien pidió un plato de sushi y luego en la cuenta pusieron cheese langostino. Como el precio era similar no dije nada y pagué pues quería huir raudamente, aunque debí esperar bastante tiempo la cuenta. Desordenado en la atención, desprolijo en el servicio, ruidoso y oscuro. Un desencanto. Martin Wullich
Restaurante Cilantro
Tomás de Anchorena 1122
Capital
(011) 4966-2941
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