La combinación no puede ser mejor: música y naturaleza. Hace 16 años que los Nijensohn –Martín y Diana– llevan a cabo Semana Musical Llao Llao en Bariloche, en el entorno del hotel homónimo. Aun pudiendo ser acusados de nepotismo, han sumado a la organización a sus primorosas hijas Florencia y Verónica, quienes asisten con dedicación a todos los artistas invitados. Con la presentación de especialistas en el tema – el histriónico Marcelo Arce, el doctor Nelson Castro y el pianista Antonio Formaro-, este año hubo 17 conciertos en el lapso de 9 días.
Invitado del 15 al 17 de octubre, la primera noche -además de Martín Nijensohn- me recibieron el austríaco Wolfgang David -violín- y nuestra exquisita Lorena Eckell -piano-, quienes brindaron un repertorio integrado por sendas sonatas de Grieg y Beethoven, Mucho ruido y pocas nueces de Korngold, la Viennese Rhapsodic Fantasietta de Kreisler y un scherzo de Brahms.
Al mediodía siguiente -los conciertos diurnos son gratuitos- llegaron la pianista Haydée Schvartz y el guitarrista Omar Cyrulnik, para ofrecer un mix muy especial: Atahualpa Yupanqui y Olivier Messiaen. No es casual, ya que ambos habrían cumplido 100 años y murieron en la misma ciudad: París. Cyrulnik tocó desde La nadita hasta la Oración a Pérez Cardoso, agregando curiosos datos sobre Don Ata. En tanto, Schvartz comenzó con Debussy y sus Voiles, para continuar con Messiaen y su Plainte Calme, mientras hablaba de disonancias que, en sus manos, sonaban como una caricia al alma. El viento en la planicie, de Debussy, invitaba a encontrarlo afuera, en la visión de los grandes ventanales del salón del LLao LLao, mientras soplaba en dirección hacia Isla Victoria, quizás con la intención de observar como remontaba vuelo L’alouette calandrelle de Messiaen. Entre una catedral tragada por el mar y algunas exóticas aves, finalizaron conjuntamente ofreciendo un Gismonti excepcional.
A la noche de ese mismo día la venezolana Vanessa Pérez interpretó -con mano maestra- una partita de Bach, dos piezas de la Suite Iberia de Isaac Albéniz, A lenda do caboclo de Villa Lobos y cuatro impecables baladas de Chopin. Lamentando tener que partir a la tarde siguiente, pude deleitarme un mediodía más con la subyugante y cristalina voz de nuestra jovencísima María del Rocío Giordano, acompañada estupendamente por Susana Cardonnet. El vasto repertorio elegido -Haydn, Schubert, Bellini, Gounod, Puccini, Vives y Guastavino- confirmó las dotes y las posibilidades de crecimiento vocal y actoral de esta soprano que regaló como bis el aria de Micaela, de la ópera Carmen, de George Bizet, cantada con un sentimiento sobrecogedor.
Con una sensación de absorbente y delicado jet lag de melodías, abandoné la Semana Musical LLao LLao con la promesa de volver. Martin Wullich
Fue del 15 al 17 de octubre de 2008
Hotel Llao Llao
Bariloche, Río Negro
semanamusical.com.ar
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