En mayo pasado, Lilia Salsano presentó Presencias, el segundo trabajo de una trilogía dedicada a su comprovinciano Carlos Guastavino (1912-2000). Salsano, la primera argentina que graba íntegramente la obra para piano del santafesino, es considerada una de las mejores de su generación y tiene un especial aprecio por la obra de los compositores argentinos y latinoamericanos.
Presencias se estructura en tres partes bien diferenciadas. La primera se titula Diez Cantilenas Argentinas y fue compuesta en la década de 1950. Con una melancolía que se escucha en las diez piezas, Guastavino evoca paisajes y personas de su provincia: están presentes árboles y plantas emblemáticas (El Ceibo, Jacarandá. Trébol), su provincia (Santa Fe para llorar, Santa Fe antiguo), su vida familiar (Adolescencia, La Casa) y personas (Abelarda Olmos, Herbert, Juanita). Marcadamente alejado de las vanguardias de la época, como Alberto Ginastera, Guastavino siguió un derrotero romántico y folklórico que quizá canalizaba su sensibilidad.
Presencias, de Lilia Salsano
Las presencias, segunda parte de este trabajo, da título al álbum. Esta porción central del trabajo remite a nombres de personas que seguramente han sido parte de la vida del compositor; la fuerza expresiva y la nostalgia que transmite Salsano también reverberan en cada uno de los cinco temas de esta parte. El oyente podrá imaginarse bailando con Loduvina, vibrar con Ortega y Federico Ignacio Céspedes, emocionarse con Mariana y transitar distintos estados de ánimo con Horacio Lavalle.
El tramo final del álbum, Mis amigos, lleva al oyente a visitar, aunque sea con la imaginación, cada uno de los lugares y acaso a imaginar la estampa de cada amigo que cada tema evoca. Calles y lugares que habrá visitado el compositor son recordados y asociados a las figuras de aquellas personas que habrán pasado por la prolífica vida del compositor. Al igual que en el resto del álbum, la fina ejecución de Salsano despierta las fibras más íntimas de toda persona sensible a aquellas ausencias que seguramente conmovían a Guastavino, cuyo genio musical logró convertirlas en presencias, aunque fuera en notas y acordes.
Presencias hace justo y merecido honor a los inequívocos surcos del amor que Guastavino manifestó, no solo por su gente y su tierra, sino también por la música. Viviana Aubele
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Sitio Web Lilia Salsano
Carlos Guastavino en Wikipedia
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