Actúan: Manuel Attwell, Julián Cabrera, Paula Pichersky – Iluminación: Ricardo Sica – Dramaturgia y Dirección: Santiago Gobernori
Una vez más Santiago Gobernori demuestra su talento como dramaturgo en un atrapante texto, armado junto al elenco, en esta obra de tres personajes atravesados por la locura y la hipocresía. Reflexiona sobre cómo una enfermedad corrompe la tranquilidad familiar y remarca los secretos que yacen en cada uno de sus componentes.
La dirección es precisa en tanto da cuenta de un dinamismo creciente en la divertida tragicomedia. El texto está lleno de sagacidad, comicidad y sorpresa. Aunque en un primer momento reina la incertidumbre en la trama, sobrevuela con toda intensidad el tema de la confrontación familiar. Los momentos desopilantes no dan respiro.
El relato de los desencuentros entre hermanos se remonta tan atrás como hay memoria, revisitada y recargada en cada ocasión con más intensidad. Y abarca los recuerdos de la adolescencia, los primeros amores, las primeros viajes al exterior, hasta la frustración del personaje principal, su inestable cordura y el desapego familiar, el encierro en una institución médica y el regreso a la realidad todo en un mismo espacio.
El trío actoral está muy bien. La interpretación de Manuel Attwell es magistral. Es una interesante propuesta que deja pensando sobre la enfermedad, lo perdido y la reconciliación con el otro. Por ende, con uno mismo. Sería un pecado dejarla pasar. Cristian A. Domínguez
Sábados a las 23
Teatro Defensores de Bravard
Gurruchaga 1113 – Cap.
teatro.defensoresdebravard
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