Algunos datos antes de llegar a Piazzolla in crescendo. Integrado por Juan Pablo Bujía, Pablo D´Negri, Ezequiel Marín y Andrés Novío, el Cuarteto de guitarras “In Crescendo” fue creado en 2005, con el objetivo de difundir la música de cámara para guitarra y enriquecer el repertorio original para esta formación instrumental. A lo largo de este tiempo ha obtenido premios en todos los concursos de música de cámara que se celebran en la Argentina, además de numerosas distinciones internacionales. También ha sido el único cuarteto de guitarras seleccionado para ofrecer un concierto en la sala principal del Teatro Colón de Buenos Aires.
El primer registro del grupo, editado en 2010, estuvo dedicado íntegramente a la música argentina, con composiciones de Astor Piazzolla, Máximo Pujol, Ramiro Gallo, Pablo Aguirre y Angel Villoldo. Ese álbum contó con la participación especial de la violinista Haydée Seibert, concertino de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Tiempo después, un segundo trabajo discográfico mostró al ensamble volcado hacia la música de España, a través de una muy notable transcripción de varios números de la ópera Carmen de Georges Bizet, a los que se sumaron algunas piezas de Manuel de Falla.
Ahora, en el centenario del nacimiento de Astor Piazzolla, un tercer trabajo discográfico propone un homenaje al compositor marplatense, a través de la transcripción de media docena de sus piezas más emblemáticas, con una particularidad bastante curiosa. Como invitado, en esta ocasión, a las cuatro guitarras se suma un baterista: Daniel Pipi Piazzolla, nieto del homenajeado. Sobre este particular lanzamiento, conversamos con uno de los integrantes fundadores del grupo, Juan Pablo Bujía.
Más allá del hecho de su centenario, contame cómo surge la idea de este disco con músicas de Astor Piazzolla, y cómo surge el vínculo con su nieto.
Desde los inicios del cuarteto, siempre la obra de Astor Piazzolla estuvo presente en nuestros espacios musicales. Como solistas, hemos estudiado sus Cinco piezas para guitarra y también diversas obras camarísticas como la Tango Suite y La historia del tango, además de un sinfín de arreglos. En 2009 fuimos seleccionados entre más de doscientos grupos de cámara de Latinoamérica para participar del Festival Internacional de Música de Cámara de Aguascalientes, en México, y como parte de nuestro repertorio postulamos un arreglo de Fuga y Misterio. Años más tarde tuvimos la oportunidad de cerrar uno de nuestros conciertos en el Teatro Colón con esa misma obra, y lo que se generó con el público fue maravilloso. De ahí en adelante empezamos a hacer nuevos arreglos y siempre estuvo presente la idea de grabar un disco íntegro de Piazzolla. Por supuesto, decidimos que el año del centenario sería el indicado para materializarlo.
Con respecto al vínculo con Pipi Piazzolla, a él lo conocimos en 2017, cuando al regreso de una gira la Cancillería Argentina nos invitó a una gala en la Sala Manuel Belgrano en la que él participaba con Escalandrum. Desde ese día sabíamos que nuestro disco en homenaje a Piazzolla tenía que llevar su sangre, y con la generosidad y humildad que lo caracterizan Pipi aceptó gustosamente. Después, en lo musical, la relación se dio con total fluidez, dada su inconmensurable capacidad y su su calidad humana.
Si bien ustedes ya habían experimentado la inclusión de instrumentos percusivos dentro del cuarteto de guitarras cuando hicieron la suite de Carmen, combinar un cuarteto de guitarras con una batería no parece ser algo demasiado usual. ¿Cómo apareció esa idea y cómo cobró forma?
Hay un dicho del gran Héctor Berlioz, que manifestaba que una guitarra es como una orquesta en miniatura, dada la gran ductilidad tímbrica del instrumento. Como bien comentás, en nuestro trabajo discográfico dedicado a la música de Georges Bizet y Manuel de Falla, incorporamos algunos instrumentos de percusión típicos, en los lugares exactos en que los compositores los ubicaron. La música de Astor Piazzolla, seguramente por la influencia del jazz, siempre tiene lugares destinados a la improvisación que remiten al mundo sonoro de la percusión. En muchas de sus obras está incluída la batería, y hasta utiliza el violín como una chicharra percusiva en sus composiciones. Así que la incorporación de la batería no es tan extraña como podría parecer en un primer momento. En este punto, Pipi Piazzolla realizó además un trabajo magistral, llevando su instrumento a sonoridades grandiosas e íntimas a la vez, creando atmósferas insuperables para plasmar versiones sin parangón, sin dudas auténticas, al mismo tiempo que innovadoras.
Por razones obvias, se suele vincular la música de Astor Piazzolla con el bandoneón. La guitarra no le fue ajena a Piazzolla, pero las piezas que ustedes eligieron no son precisamente las que suelen hacerse con guitarra. ¿Cómo realizaron la selección de las piezas y cómo es abordar estas composiciones desde un ensamble de guitarras?
Una de las premisas fundamentales del cuarteto es la de llevar al instrumento y a nuestra formación a lugares inusuales. Seguramente en este sentido estuvimos motivados subconscientemente por Piazzolla, que hizo algo parecido con el tango. En 2014 decidimos reinventar la formación tradicional del cuarteto de guitarras y gracias al trabajo mancomunado con el luthier Fernando Mazza desarrollamos la formación con guitarras multicuerdas. La guitarra clásica española, que todos conocen, tiene seis cuerdas; pero nosotros tocamos además con instrumentos de siete, ocho y diez cuerdas, lo cual nos permite abordar todo tipo de repertorio, dada la amplitud del registro y el singular espectro sonoro. De esta manera los arreglos fluyen sin ninguna limitación, tratando siempre de usufructuar los recursos propios de la guitarra.
En cuanto a la selección del repertorio, se dio de manera natural, debido a que son obras que nos acompañan desde hace mucho tiempo y logramos, desde el punto de vista interpretativo, adueñarnos de ellas. En nuestras giras por Alemania siempre despertaban mucho interés las Estaciones Porteñas, quizás por su vínculo con la música del barroco; por eso decidimos incluir Invierno Porteño y Otoño Porteño en este trabajo. Los clásicos Adiós Nonino y Libertango no podían faltar, porque nos representan desde que somos niños y nos las piden en todo el mundo, con una vigencia que solo consiguen las obras maestras. En cuanto a Oblivion y Milonga del Ángel, son dos composiciones que reúnen una sutileza y expresividad que siempre conmueven.
En la última pista del disco se suma Franco Luciani en la armónica, para hacer precisamente Oblivion, que a mi gusto es una de las piezas más exquisitas que escribió Astor. ¿Cómo surge esta versión tan particular?
Un día caminábamos por Praga, previo a un concierto en una gira europea, y escuchamos a un grupo de músicos callejeros que tocaban Oblivion frente a una catedral. Nos conmovió escuchar esa música a tanta distancia, con esa melodía que te penetra en los huesos… Comenzamos a hacer la versión pensando en Franco Luciani, por su enorme capacidad para expresar lo melódico y darle una forma nueva, que a la vez remite a la impronta tímbrica del bandoneón. Su trabajo fue realmente sensacional y la combinación con las guitarras y la percusión de Pipi fue muy especial; por eso decidimos que esa pieza fuese la que cerrara nuestro disco.
¿Qué otras novedades tiene el grupo y cuáles son los próximos proyectos del cuarteto?
El año pasado ampliamos nuestra flota de instrumentos, dado que recibimos nuestras nuevas guitarras multicuerdas, desarrolladas por los luthiers Rojas-Sansol. Son instrumentos que combinan un hermoso diseño personalizado, con una gran proyección sonora y características tímbricas bellísimas. Con el aliciente además de que son guitarras desmontables, un factor de no menor relevancia, dado que solucionamos definitivamente los problemas de embarque para nuestras giras. Son las guitarras que utilizamos para este disco.
En lo que a actuaciones se refiere, para este 2021 ya tenemos programados muchos conciertos presenciales en el país, y además estamos reprogramando una gira europea para finales de octubre. Pero todo dependerá de la evolución de la pandemia en el mundo. También, a mediados de año, volveremos al estudio de grabación para plasmar un proyecto dedicado al tango y a Carlos Gardel, mientras que para 2022 ya tenemos previsto otro material discográfico, dedicado a grandes obras de la música clásica, incluyendo compositores como Bach, Rossini y Saint-Saëns, entre otros.
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