ERNANI, ocaso demorado

A los 74, Plácido Domingo busca formas de reinventarse y así postergar el final de una larga y fructífera carrera en el Metropolitan Opera de Nueva York

ErnaniAutor: Giuseppe Verdi – Cantantes: Angela Meade, Luc Robert, Plácido Domingo, Dmitri Belosselskiy – Dirección orquestal: Paul Nadler – Dirección escénica: Peter McClintock

Ernani es un ejemplo tímido pero claro del vigor melódico y dramático que forman parte del estilo del compositor italiano Giuseppe Verdi desde su juventud. Es apenas la quinta de sus veintiocho óperas y la primera de una serie de fructíferas colaboraciones con el libretista Francesco Maria Piave. Basada en Hernani, drama romántico por excelencia del francés Victor Hugo, toma la tradición española para poner el honor y el valor de la palabra dada como principal desencadenante de la acción dramática. Si bien para el público actual resulta una temática poco atractiva y de escasa fuerza argumental, todavía complace observar las primeras semillas del desarrollo dramático y melódico que lograría Verdi en sus óperas tardías, todavía dentro del marco convencional belcantista de la época. Asimismo, en el rey Don Carlo de Ernani pueden vislumbrarse los primeros vestigios del barítono verdiano, aquel que se convertiría en el gran vehículo del poder en la ópera italiana. 

El amor de Evira (aquí encarnada por la soprano estadounidense Angela Meade) es disputado por Ernani (el joven tenor canadiense Luc Robert) -típico bandido romántico con mayor sentido del honor que muchos de los nobles que lo rodean-, el noble Don Ruy Gómez de Silva (el gran bajo ucraniano Dmitri Belosselskiy) y Don Carlo (aquí en rol de barítono, el tenor español Plácido Domingo), rey de España y más tarde emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico.

Verdi establece un paralelo entre un triángulo amoroso emocional y uno vocal con la soprano, el tenor y el barítono. Pero aquí, la a veces demasiado estridente y poco humana Elvira encarnada por Meade dialoga con dos tenores, uno joven y uno viejo, pues el desempeño de Domingo como barítono reveló lo esperable: su voz ha perdido los brillantes agudos de la juventud, pero eso no implica que haya ganado en graves que le permitan cumplir con creces con la profundidad sonora y –paralelamente- dramática del rol de Don Carlo. El personaje encarnado por Domingo es prácticamente el único medianamente tridimensional en la ópera del joven Verdi. Hubo algunos flashes del carisma de aquel talentoso Domingo que robó lágrimas a espectadores de más de una generación, pero en general era perceptible el esfuerzo vocal que le representaba el registro y la poca soltura actoral por tener que concentrarse excesivamente en alcanzar los graves. Se vio obligado a masticar y recortar de manera forzosa ciertas frases, y todo ello jugó en contra de la percepción por parte del espectador de la profundidad del personaje.

Todo esto se vió acentuado por una puesta prolija pero mediocre, con poco interés en buscar una relectura interesante y que pudiera dialogar con el presente a través de la visión estética o de la dirección actoral de los cantantes. El Met decidió privilegiar la capacidad de convocatoria de una figura de la talla de Domingo (aclamado por su público a pesar de su demasiado evidente esfuerzo por cantar en un registro que le es ajeno) y reponer la producción de 1983 de Pier Luigi Samaritani, con Peter McClintock en la dirección escénica y Paul Nadler en la dirección orquestal. Carolina Piola

Fue el 8 de abril de 2015
Metropolitan Opera House
New York – U.S.A.
metopera.org
Sitio Web Plácido Domingo

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