El inspector – Actúan: Maida Andrenacci, Guillermo Aragones, Ximena Banús, Carlos Belloso, Gabo Correa, Lautaro Delgado, Maria Figueras, Pablo Finamore, Paula Ituriza, Daniel Kargieman, Mauricio Minetti, Sebastián Mogordoy, Jorge Suarez, Gonzalo Urtizberea, Agustín Vásquez Corbalán, Marcelo Xicarts – Vestuario: Laura Singh – Escenografía: Jorge Ferrari – Iluminación: Eli Sirlin – Autor: Nikolái Gógol – Director: Daniel Veronese
Un poco a la manera de Chance Gardiner, el personaje central de la novela Desde el jardín, un don nadie llamado Ivan Alexandrovich Jlestakov es confundido con una persona importante y de enormes influencias, todo producto de una serie de malentendidos, que en este caso mucho tienen que ver con las inconfesables culpas de los funcionarios de un apartado pueblo de provincia en Rusia, comenzando por el propio alcalde.
Es que una carta ha revelado de buena fuente la inminente visita de un inspector que llegará de incógnito desde San Petersburgo, para evaluar la marcha de las instituciones locales, y esto alcanza para que cunda el pánico entre los no demasiado eficientes ni honestos administradores estatales, pues esta inesperada visita supone para ellos el riesgo de perder los privilegios propios de sus cargos. Pero, a diferencia de lo que narra la novela de Jerzy Kosinski, el personaje imaginado por Nikolái Gógol en 1836 no es en absoluto un ingenuo, y se dispone de inmediato a sacar ventaja de la confusión.
El inspector es una obra disparatada, pero al mismo tiempo abunda en patéticos anclajes a la realidad, lo cual hace que la obra nos resulte particularmente ácida. Las actuaciones son exageradas, pero no más allá de la medida en que así lo requiere el espíritu del trabajo. Carlos Belloso como el falso inspector y Jorge Suárez como el alcalde, son los dos protagonistas principales de esta sátira política estrenada en 1836, pero de completa actualidad, muy bien versionada aquí por Daniel Veronese. Los dos actores son secundados por un gran elenco, de parejo nivel y bien ajustado a los propósitos de la obra.
Se destaca Lautaro Delgado en el rol de Osip, prácticamente un escudero del personaje principal, porque en definitiva Ivan Alexandrovich no deja de ser un tanto ingenuo. Pero también están allí los demás funcionarios, serviles hasta el absurdo con tal de no perder sus modestas posiciones: Gabo Correa es el juez, Marcelo Xicarts el director del hospital, Gonzalo Urtizberea el supervisor escolar, Mauricio Minetti el jefe del correo… También María Figueras, como la esposa del alcalde, y Maida Andrenacci como su hija, cumplen roles de relevancia, pues permiten mostrar hasta qué punto los personajes están dispuestos a llevar el desatino adelante.
Una excelente puesta escenográfica, responsabilidad de Jorge Ferrari, da un marco más que adecuado a la acción. Simbolizando la decadencia imperante dentro de una ampulosa ostentación, un cielorraso visiblemente deteriorado en el contexto del palacete residencial del alcalde revela que en esta historia, en la cual las apariencias son por momentos lo único que importa, nadie es lo que asegura ser.
La verdad y la mentira se confunden a tal punto que por momentos resulta evidente que los personajes terminan creyendo en sus propias fabulaciones. Y este es un detalle importante, porque a veces resulta suficiente que muchas personas estén dispuestas a creer en una mentira para que el engaño, sin dejar de serlo, termine ocupando el lugar de la realidad. Germán A. Serain
Se dio hasta nov. 2017
Teatro San Martín
Av. Corrientes 1530 – Cap.
0800 333 5254
complejoteatral.gob.ar
