Una representación sutil con un final de gran crudeza ha elegido el autor español Ignasi Vidal para mostrar en Dignidad la corrupción que yace en la política actual. Una inhóspita batalla para llegar a la cima del gobierno a cualquier modo, en un thriller dramático y psicológico, donde se exponen dos posiciones opuestas de dos hombres que están a pasos de ganar las elecciones en un país democrático. Nos quedamos estupefactos al ver reflejado nuestro país, como viva realidad de nuestro ámbito político nacional, mas allá que no se represente o enuncie ningún referente local en la muy buena adaptación de Elio Marchi.
Dignidad expone las ansias ilimitadas de ganar a cualquier costo. Hasta la amistad se pierde. La directora Corina Fiorillo -ganadora del ACE de Oro 2016- ha realizado una puesta estupenda. Dos geniales actuaciones, cuidadas al detalle, sorprenden por su naturalidad rica y contrastante. Roberto Vallejos genera un candidato a presidente reflexivo y tenaz. Gustavo Pardi impresiona con un final enérgico y destacable, corporizando a un personaje cegado de ambición que crece minuto a minuto, como mano derecha del postulante.
La funcional escenografía y el acertado vestuario son diseños de Gonzalo Córdoba Estévez. La precisa iluminación es mérito de Ricardo Sica. Dignidad es una pieza muy bien definida, con atrapante texto y de impecable estructura. Si bien su inicio es lento y desconcertante, la tensión de los personajes es ilimitada, y el final sorprende. Provocadora, genera una reflexión inevitable, invitándonos a pensar que para que algo cambie en la sociedad, primero debe cambiar la avaricia de ciertos individuos. Cristian A. Domínguez
Miércoles a domingos a las 21.30
Teatro Maipo
Esmeralda 443 – Cap.
(011) 4322-4882/8238
maipo.com.ar
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