Dido y Eneas – Elenco: Elisa Calvo, Juan Ignacio Suares, Susana Palomeque, Luchi de Gyldenfeldt, Melina Otero, Carolina Bejar, Patricia Salanueva, Matías Klemm, María Laura Weiss –Iluminación: Stefany Briones Leyton – Vestuario: Liliana Palacio – Música: Henry Purcell – Orquesta: Fundación Musizap – Coro: Compañía Música en Escena – Dirección musical y Puesta en escena: Silvana D’Onofrio
Dido y Eneas es un clásico de la ópera del barroco inglés cuya música moviliza, cuyo argumento y final pueden analizarse a través de cristales distintos a lo largo del tiempo. Henry Purcell (ca. 1659-1695), su autor, compuso esta ópera basándose en el capítulo IV de la Eneida, de Virgilio. Es la ópera inglesa por excelencia y narra la historia de un amor frustrado entre Dido, reina de Cartago, y Eneas, príncipe de Troya. Es también el dilema de anteponer el deber al amor, o viceversa, o el reflejo de que en la vida real los planes de quienes se aman pueden frustrarse por causas ajenas a aquellos.
El 15 de abril fue la primera función de esta muy cuidada puesta en escena, a cargo de Silvana D’Onofrio, con buena marcación de los intérpretes y precisa dirección de la Orquesta de la Fundación Musizap. D’Onofrio logró un trabajo notable, teniendo en cuenta el tamaño del escenario en el Teatro Empire y la notable cantidad de artistas, entre músicos, cantantes solistas, coreutas y bailarines que la ópera tiene prevista. En ningún momento se sintió que la dinámica decayera, y la hora y quince minutos que duró la obra pasó con mucha fluidez.
El prólogo, cuya música se perdió hacia el siglo XVIII, contó con la acertada declamación de Hermes Molaro (Febo) y Rocío Belén Moragues (Venus). Elisa Calvo en el papel de Dido y Juan Ignacio Suares como Eneas se lucieron a la par. Luchi de Gyldenfeldt como Sórceres mostró impactante carisma y brillo vocal.
Quizás el haber podido disfrutar desde la butaca una obra en la que evidentemente quienes están involucrados pusieron todo su esfuerzo, su talento, su sapiencia y, por sobre todo, su pasión, apenas horas antes de una restricción inexplicable, emanada del gobierno, hizo que el público aplaudiera calurosamente al final, como si fuera la función de despedida de un ciclo triunfal. Tal vez por eso ese aplauso se repitió después de que Silvana D’Onofrio, rodeada del elenco en pleno y con la emotividad a flor de piel, recalcara que el arte es vida.
Paradójicamente, la función de estreno de Dido y Eneas tuvo lugar el mismo día en que se conmemora el Día Internacional del Arte, y un día después del Día de la Voz. Hay que destacar que todos los que estuvieron trabajando en esto, desde el primero hasta el último, cumplieron a rajatabla todos los protocolos y cuidados necesarios en el contexto actual de pandemia, y que su labor en ese sentido fue irreprochable. Es incomprensible que una obra que merece seguir en cartel deba quedar “congelada” quince días por un decreto. Está la incertidumbre de si finalmente el público podrá disfrutar de la función del 9 de mayo y subsiguientes, o si los quince días se prolongarán interminablemente, como sucedió en 2020. El arte es fuente de ingresos, es seguro, abre horizontes, es bueno. El arte es vida, y es criminal que se lo sofoque. Viviana Aubele
Dido y Eneas
Fue el 15 de abril de 2021
Teatro Empire
Hipólito Yrigoyen 1934 – Cap.
teatroempire.com
