Ballet del San Martín – Dirección: Andrea Chinetti – Codirección: Miguel Ángel Elías – Bailarines: Victoria Balanza, Lucía Bargados, Melisa Buchelli, Carolina Capriati, Flavia Dilorenzo, Paula Ferraris, Laura Higa, Daniela López, Celia Millán, Silvina Pérez, Eva Prediger, Sol Rourich, Ivana Santaella, Agostina Scarafía, Erika Zimmermann, Federico Amprino, Federico Arabia, Adriel Ballatore Crosa, Leandro Bustos, Darío Calabi, Matías De Cruz, Lautaro Dolz, Darcio González, Alexis Mirenda, Benjamín Parada, Boris Pereyra, Diego Poblete, Michael Requena, Rubén Rodríguez, Damián Saban y Matías Santander
Tres coreógrafos con tres estilos totalmente diferentes. Dos estrenos y una esperada reposición. El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín continúa trabajando, muy a pesar de las dificultades que representa el hecho de que su sede natural permanezca cerrada por unas reformas edilicias que parecen condenadas a extenderse en el tiempo más allá de lo previsto. Si alguna falla pudo notarse en la coordinación grupal de cualquiera de los cuadros presentados, nada puede reclamarse a los integrantes de la agrupación, que demuestran que incluso sin contar con las comodidades necesarias para realizar sus ensayos tienen una calidad artística de primera línea.
El escenario del Auditorio de Belgrano fue el ámbito elegido en esta ocasión para presentar esta nueva trilogía, que comenzó con Variaciones, una atractiva obra de Elizabeth de Chapeaurouge, marcada por un vistoso vestuario diseñado por Renata Schussheim: floreados vestidos de largas polleras nos trasladaron a la década de 1950 y nos llevaron a recordar las escenas danzadas de West Side Story. Celebramos que la música de la obra fuese especialmente compuesta para la ocasión. Más allá de los méritos de la partitura, a cargo de Nicolás Di Lorenzo, que nos pareció por momentos demasiado simple y más funcional que inspirada, el hecho de que la danza genere también creación en el terreno de lo musical -en vez de apoyarse simplemente en él- debe ser aplaudido.
El segundo estreno, titulado Cuál es quién, responsabilidad de Carlos Casella, tuvo momentos muy imaginativos y eficaces, tras un comienzo extenso y demasiado estático, aunque luego derivó en interesantes planteos en derredor de la idea del cuerpo sexuado como objeto y como búsqueda, a medio camino entre la seducción, la agresividad y los afectos. Lo más atractivo de la obra, sostenida sobre un potpourri de canciones y piezas, fue un ingenioso tango francés que incluyó un desenfadado desnudo, jugado siempre al borde de la exhibición, pero sin caer en lugares comunes ni mucho menos en lo chabacano.
Finalmente, el cierre de esta trilogía llegó con el romanticismo de Chopin, número 1, magnífica creación de Mauricio Wainrot sobre el primero de los conciertos -en rigor el segundo en haber sido compuesto- del músico polaco. El propio coreógrafo, quien hasta pocos meses dirigía la compañía, reconoció que en su momento se sintió particularmente conmovido por la belleza de esta música, y esto se vio reflejado en el escenario, tanto en los cuadros grupales como en el precioso pas de deux del movimiento intermedio. Sería muy agradable poder ver esta obra, muestra estupenda del ballet neoclásico, representada alguna vez con la música interpretada en vivo, con una orquesta y un solista de calidad, en lugar de un registro grabado. Germán A. Serain
Se dio hasta septiembre 2016
Auditorio de Belgrano
Virrey Loreto 2348 – Cap.
complejoteatral.gob.ar
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