Tosca – Música: Giacomo Puccini – Libreto: Luigi Illica – Intérpretes: Sabrina Cirera, Cristian De Marco, Mariano Spagnolo, Juan Salvador Trupía y Rodríguez – Escenografía: Gonzalo Córdova – Dirección musical: Antonio María Russo – Régie: Leonor Manso
Mentiras y traiciones hay de todo tipo. Algunas son perversas y trágicas, otras piadosas o incluso necesarias. Que decida el lector a cuál pertenece la mentira que dio lugar a la Tosca de Giacomo Puccini. La historia había sido escrita por Victorien Sardou en 1887, como un drama teatral. A poco de su estreno, Puccini quiso que Ricordi le consiguiera los derechos para poder convertirla en una ópera. Pero otro compositor, Alberto Franchetti, se había anticipado y había comenzado a trabajar sobre un libreto de Luigi Illica, el mismo que a la larga conoceremos a través de la música de Puccini, quien prácticamente obligó a su editor para que convenciera a Franchetti de que ese tema -textos de Illica incluidos- era absolutamente inapropiado para una ópera. El mismo día en que Franchetti, desalentado por Ricordi, renunció a su proyecto, Puccini firmó su propio contrato. Claro que si hablamos de mentiras y traiciones es porque las hay en cantidad en esta trágica historia en la que todos pierden. Al mismo tiempo hay también muestras de una lealtad inaudita por ciertos valores, al punto de prevalecer incluso por encima de la propia vida. Un mensaje que sigue siendo particularmente interesante hoy, en pleno siglo XXI.
Una diva interpretando a otra diva, así fue fue la magnífica Floria Tosca encarnada por Sabrina Cirera, al tiempo que jamás Scarpia fue tan perverso y malvado como en esta ocasión, personificado por Juan Salvador Trupia y Rodríguez, villano ejemplar, tanto vocal como actoralmente. Un poco más ajustados, cumplieron sus papeles Mariano Spagnolo como Cavaradossi y Cristian de Marco como Angelotti. La dirección musical, irreprochable, estuvo a cargo de Antonio María Russo y la dirección de escena fue responsabilidad de Leonor Manso. Especial mención merece la escenografía montada por Gonzalo Córdova, muy hábil en el manejo de las perspectivas y las dimensiones, aunque algo reiterativa en el decurso de los tres actos que conforman la obra. Muy bien asimismo la labor de los comprimarios y el coro, que contó con la colaboración de integrantes del Coro Nacional de Niños. Un momento muy destacable fue el impactante final del Acto I, en el cual la comunidad celebra el Te Deum al mismo tiempo que Scarpia expresa sus perversos propósitos, donde además Puccini revela una notable originalidad musical. La escena nos trajo a la mente aquella secuencia de El Padrino en la cual Coppola realiza un contrapunto entre el bautismo del sobrino de Michael Corleone y los crímenes que tienen lugar al mismo tiempo, a manos de sus esbirros.
De esta manera cierra su temporada 2012 la Asociación de Ópera Juventus Lyrica, que ya anticipó los títulos que abordará en 2013: La flauta mágica de Mozart, El barbero de Sevilla de Rossini, y La Bohème de Puccini. El hecho de que sólo se hayan planteado tres títulos -en lugar de los habituales cuatro- responde a la intención de mantener el precio de los abonos y costear los gastos de producción sin resentir la calidad a la cual esta Asociación nos tiene acostumbrados. Ojalá la popularidad de los tres títulos planteados tenga como contrapartida la incorporación de nuevo público, siempre tan necesario en el mundo de la ópera. Germán A. Serain
Fue el 28 de octubre de 2012
Teatro Avenida
Av. de Mayo 1222 – Cap.
(011) 4381-0662
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