La Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata, junto al Coro Estable y el Coro de Niños del mismo teatro, más el Coro Polifónico Nacional, presentó en el Luna Park la imponente Sinfonía No. 8 de Gustav Mahler. En un escenario que debido a su pésima acústica dista de ser el ideal para estas presentaciones, los casi 400 intérpretes -entre coreutas, solistas e instrumentistas- entregaron su alma musical, emocionando con la impecable ejecución de la más exitosa obra del compositor austríaco.
La también llamada Sinfonía de los 1000 es una monumental pieza coral que fue pensada originalmente para ese número de intérpretes. Por eso tiene mucha importancia la preparación de los coros que, en este caso, demostraron la dedicación y empeño puestos por sus directores al servicio de las voces. En tanto, los ocho solistas brillaron en estupenda conjunción. La soprano platense Paula Almerares cantó “Komm! Komm!…” en medio del grupo coral como una digna Mater gloriosa, especialmente iluminada. Sus compañeras de cuerda, Soledad de la Rosa y Daniela Tabernig también subyugaron con potencia. En tanto, las contraltos Adriana Mastrangelo y Elisabeth Canis encantaron consustanciándose con el espíritu de la composición en un sentido y muy bien pronunciado alemán. No fueron menos las voces masculinas. El bajo Hernán Iturralde entonó con profundidad haciendo gala del Pater a quien encarnaba, al igual que el barítono Fabián Veloz. Doctor Marianus lució espléndido en la voz del tenor Enrique Folger, particularmente en el “Blicket auf zum retterblick”.
La sublime comunión musical, embebida de las palabras de Johann Wolfgang von Goethe en la visión de Mahler, encontró en el colosal grupo una interpretación acabada y emocionante, tanto en los delicados adagios como en las más solemnes y grandiosas estrofas, generando la magia gracias a la maestría y el formidable manejo del joven director Alejo Pérez. Parafraseando el coro final –“Alles vergängliche…”- todo es transitorio, pero el interminable aplauso premió por un rato más a cada uno de los que puso todo de sí para conformar un glorioso espectáculo. Martin Wullich
Fue el 25 de noviembre de 2010
Luna Park – Cap.
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