Los Kanneh-Mason son siete hermanos, varones y mujeres, a la fecha de entre 10 y 23 años. Viven en Nottingham, Inglaterra, y todos son músicos: tocan violín, piano o violonchelo. Han ganado muchos premios y han aparecido en numerosos programas de televisión. Todos son alumnos o egresados de la Royal Academy of Music de Londres. También sus padres son músicos, aunque ellos no se dedicaron al rubro de manera profesional.
Nacido en 1999, Sheku Kanneh-Mason es uno de de estos siete hermanos: el tercero. El instrumento que eligió, cuando tenía seis años, fue el violoncello. A los nueve años ya se destacaba por su virtuosismo, y en 2016 fue reconocido por la BBC con el premio al Músico del Año. A partir de ese momento el joven Sheku se convirtió en una de las estrellas más notables de la nueva escena de la música clásica.
En 2018 Decca Classics lanzó su primer registro, con el Concierto Nº 1 de Shostakovich, acompañado por la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham. Seis meses más tarde había vendido 30.000 copias en el Reino Unido y más de 100.000 en el mundo. Una cantidad notable para esta época, en especial tratándose de un músico clásico. En enero de 2020 salió su segundo álbum, esta vez centrado en Edward Elgar, grabado en los Estudios Abbey Road, con Simon Rattle y la London Symphony Orchestra. Este lanzamiento alcanzó el octavo puesto en la lista de discos más vendidos del Reino Unido, convirtiendo a Sheku en el instrumentista clásico más joven y el primer violonchelista en la historia en alcanzar el Top 10 de ese país.
Después de ganar ese premio, el joven Sheku debió acomodarse a su creciente fama. Su vida definitivamente cambió: pasó de dar unos pocos conciertos esporádicos a actuar en salas de gran importancia, con orquestas y directores de mucho renombre. Se propuso evitar el error de hacer demasiadas cosas demasiado pronto, y se dispuso a seguir aprendiendo y preparando repertorio. Según él, limitarse a tocar de manera virtuosa es algo que termina siendo aburrido: prefiere a eso sumarle variedad.
Será por esto que a la hora de destacar sus influencias musicales, Sheku Kanneh-Mason menciona en primer término a dos referentes indiscutibles de su instrumento: Jacqueline du Pré y Mstislav Rostropóvich. Sin embargo, el tercer nombre que aparece es el de Bob Marley, como queriendo dejar en claro que sus fronteras musicales son amplias, dándole lugar a Offenbach tanto como a Leonard Cohen en un todo armónico.
Interesado en que la música clásica sea accesible a todos, Sheku dice que la mayor contribución a la que aspira es inspirar a la gente a ver la música clásica como algo posible de abordar. «Para mí nunca ha sido un problema. Pero cuando se observa el panorama general, la falta de diversidad es evidente. El mundo de la música clásica no es racista, sería falso plantearlo de ese modo. Pero si eres una persona joven y negra, puede que te resulte difícil imaginarte como músico clásico, porque rara vez verás a alguien que se parezca a ti en una orquesta».
A sus veinte años, y a pesar de su actividad profesional, Sheku sigue cursando estudios en la Royal Academy of Music de Londres. Allí se mezcla con el resto de los estudiantes, que van y vienen con sus instrumentos hacia sus clases. De todos esos estudiantes, acaso Sheku sea el único que tiene entrevistas con la prensa, registros en Decca, o una agenda repleta de compromisos internacionales.
«Mis padres hicieron muchos sacrificios para asegurarnos a mis hermanos y a mí la posibilidad de asistir a la Royal Academy of Music. El plan no era convertirnos en músicos, pero la música les encantaba, así que nos dieron la oportunidad de tomar lecciones y todos nos entusiasmamos. Teníamos un piano en la casa y mi hermana Isata comenzó a tomar lecciones. Creo que todos la vimos haciendo eso y quisimos seguir su ejemplo. Yo comencé a tocar el violín, pero mi hermano Braimah, que es un año mayor, también estaba aprendiendo violín. Quise superarlo y tocar un instrumento más grande, así que me cambié al chelo cuando tenía seis años y medio.»
Hoy Sheku se presenta regularmente en formación de trío con su hermana Isata en piano y su hermano Braimah, como integrante del Trío Kanneh-Mason. «Es muy agradable tocar juntos, porque podemos ser muy libres y espontáneos. Hay un sentimiento de mucha confianza cuando tocamos juntos como un trío. ¿Si hay una rivalidad entre hermanos? En absoluto. Siempre hemos aprendido unos de los otros.«
La interpretación que hace Sheku Kenneh-Mason del Concierto de Elgar fue inspirada en parte por Jacqueline du Pré. Pero también se ocupó de estudiar armonía para construir su propia lectura de la obra: no le interesaba copiar la versión de alguien más. Si le preguntan cómo llegó a su versión, Sheku responde que se adentró en la armonía y en el modo en que los acordes se mueven y cambian sutilmente. «Hay mucha expresión en esos acordes. El concierto es una mezcla de cosas, incluida cierta confusión. Particularmente en el segundo movimiento hay una especie de inestabilidad, en tanto el primer movimiento es muy triste, pero no siempre de un modo evidente. Tal vez así era Elgar como persona: alguien solitario y con mucha tristeza, pero no de una manera obvia». Germán A. Serain
Edward Elgar: Concierto para violonchelo [BBC Proms 2019, 22/08/19]
1 – 00:00 Adagio – Moderato
2 – 07:54 Lento – Allegro molto
3 – 12:42 Adagio
4 – 17:17 Allegro – Moderato – Allegro, ma non-troppo – Poco più lento – Adagio
5 – 30:54 Encore: Weinberg: Cello Prélude No. 18
Sheku Kanneh-Mason – violoncello
City of Birmingham Symphony Orchestra
Dirección orquestal: Mirga Gražinyte-Tyla
Sitio Oficial Sheku Kanneh-Mason
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