LOS MINISTRILES, antigüedades musicales

La agrupación, dedicada a la música renacentista, ofreció un atractivo recital en el marco de Músicas del Payró

Los ministriles - mu00fasica profana vocal instrumental del renacimiento
Andrea Fuertes (soprano), María Clara Carrillo (mezzo y percusión), Nicolás González (tenor), Ariel Azkue (bajo, flautas dulces, cromornos y dulzainas), Fernando Merech (flautas dulces, cromornos y dulzainas), Facundo Ordoñez (viola da gamba), José Papotto (viola da gamba) y Evar Cativiela (laúd y vihuela)- Dirección: Ariel Azkue

En cierto punto podríamos decir que no hay nada más moderno que la música antigua. Pero en un contexto en el cual una canción de hace treinta años es considerada un oldie, también podríamos preguntarnos a qué deberíamos llamar hoy música antigua. Porque una sonata de Mozart hoy es antigua, pero también lo será un Monteverdi, un Schubert, o un Mahler, y hasta una canción de Gardel -de cuya muerte se cumplieron 80 años- o una de Sinatra -de cuyo nacimiento se cumple un siglo- podrían eventualmente llevar ese mote. Si uno va un poco hacia atrás en el tiempo, verifica fácilmente que el público de otras épocas, para escuchar música, no tenía más remedio que asistir a un concierto, salvo que el propio interesado o alguno de sus allegados se las ingeniara para cantar o tocar algún instrumento, algo que en muchas familias solía ocurrir. Pero cualquiera fuese el caso, el repertorio escogido seguramente sería algo de moda. Basta con pensar que para un compositor como Felix Mendelssohn (1809-1847), la música de Bach (fallecido en 1750) era una representación de un arte antiguo, tanto que sus maestros intentaron desalentarlo cuando él pretendió exhumar La Pasión según San Mateo, que por entonces había sido olvidada, arguyendo que su lenguaje ya no era adecuado para el público de la época.

Es posible que este panorama comenzara a cambiar a partir del surgimiento del registro fonográfico, que amplió el repertorio vigente y llevó paulatinamente a los musicólogos a volver la mirada cada vez más hacia el pasado. Lo cierto es que el siglo XX fue testigo del surgimiento y desarrollo de un interés cada vez más creciente por la música de la antigüedad. Pero ya no solamente la barroca, sino también la música medieval y renacentista. Y no bastó con conocer las músicas de una manera teórica, sino que se quiso saber cómo sonaban aquellas piezas, así que se construyeron réplicas de los instrumentos musicales de antaño, tomando como referencia los conservados en museos y viejos tratados. Se estudiaron los modos de interpretación, y se rescataron repertorios que habían permanecido olvidados y en silencio durante siglos.

El trabajo de Los Ministriles se viene desarrollando, desde hace ya tres décadas, indagando en ese pasado musical. Son ocho integrantes, entre cantantes e instrumentistas. La base musical está dada por una vihuela y dos violas da gamba, instrumento que en realidad es antecesor del violoncello, y que debe su nombre al hecho de que el ejecutante lo asegura entre sus piernas al tocarlo. También hay dos aerofonistas, que tocan un variado repertorio de flautas de pico de diverso tamaño. También hay percusiones y canto. Es curioso: los sonidos que se manejan, considerados individualmente, tienen en común cierta rusticidad. Sin embargo, basta con que suenen en conjunto para que se produzca una delicada armonía, que nos traslada a otros tiempos, a otros mundos. El programa atraviesa cuatro geografías: Francia, Alemania, Italia y España. Cada una tiene sus propias particularidades, y los comentarios ofrecidos por el director del ensamble, Ariel Azkue, sirven para ponernos en contexto. Terminado el recital, el público regresa como por arte de magia a Buenos Aires y al tiempo presente.

En realidad, todo es una ilusión. La recreación es siempre parcial, pues por más que los instrumentos y las voces reproduzcan a la perfección los sonidos de otros tiempos, los oídos del público pertenecen al siglo XXI, y ya traen consigo la experiencia de haber escuchado a Mozart, Schubert, Mahler, Gardel y Sinatra, entre tantos otros. Pero no por eso el viaje deja de ser apasionante. Y por cierto, el ciclo Músicas del Payró anticipa otros viajes igual de prometedores, el segundo y cuarto martes de cada mes, muchos de ellos por la música antigua, otros tantos por regiones contemporáneas, e incluso algún otro por los caminos del romanticismo. El programa completo puede consultarse en la página del teatro, que por cierto ofrece un ambiente ideal para asomarse a estos paisajes musicales. Germán A. Serain

Fue el martes 26 de mayo de 2015
Teatro Payró
San Martín 766 – Cap.
(011) 4312-5922
www.teatropayro.com

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